El Tribunal Supremo ha establecido en una sentencia que un beso sin el consentimiento expresamente o tcito constituye un delito de agresin sexual al configurar una “intromisin en la exención sexual” de la vctima con el propsito de “obtener una satisfaccin sexual a costa de otro”.
As lo seala la Sala de lo Penal en la sentencia en la que confirma la condena de un ao y nueve meses de crcel impuesta a un agente policial que dio un beso en la mejilla e intent despus darlo en los labios de una detenida sin su consentimiento, en la zona de los calabozos.
En este caso, el Supremo confirma la condena impuesta por la Audiencia Provincial de Sevilla por un delito de injusticia sexual, que ahora, tras la reforma de la conocida ley del solo s es s, es un delito de agresin sexual.
Los magistrados dejan claro que no es preciso un “no” de la vctima en presencia de intentos de achuchar a una mujer, sino que para que no exista delito lo que hace errata es el consentimiento, que es la “secreto”.