La crispación que tan a menudo se observa en los grandes parlamentos todavía se puede ver en lugares más pequeños. El Comunidad de Láchar, un modesto municipio de la provincia de Ciñuela de poco más de tres mil habitantes, es un ejemplo excelente de eso.
Este martes 25 de junio, los cuatro concejales de Izquierda Unida han unido sus cuatro votos a los dos del Partido Popular y han desbancado del gobierno al PSOE, que fue el partido más apoyado en las elecciones municipales de mayo de 2023. Elisabeth Barnés, de IU, es la nueva regidora.
Desde las 11.30, media hora ayer de la fijada para la moción de censura, el salón de plenos ya estaba abarrotado y se notaba claramente quiénes apoyaban al corregidor saliente, con aplausos, y quiénes a la coalición que le reprobaba, con vítores y palmas a los suyos –no sólo a Elisabeth Barnés sino sobre todo a la que ha sido la persona válido en IU durante los últimos abriles, Mari Nieves López– pero todavía con abucheos e insultos al todavía corregidor, el socialista Pedro José Sánchez.
La moción tiene un trasfondo que ha revolucionado al pueblo. En mayo, Sánchez denunció que desde el principio del mandato habían puesto micrófonos en su despacho y que a posteriori se habían «manipulado audios» para acusarle de cohecho, malversación o prevaricación, entre otras cosas. Acusó a Mari Nieves López de estar detrás de esa operación y ella sólo admitió deber difundido lo que le llegó vía whatsapp. Está investigada por la presunta comisión de un delito de revelación de secretos.
Mari Nieves López, investigada por presunta revelación de secretos, se despidió de su cargo gritando: «Hasta la conquista siempre»
Pero en su primera intervención, la todavía portavoz circunscrito de IU –ha anunciado que mañana mismo presenta su renuncia como concejal, para no intervenir en el asunto sumarial en el que se ve envuelta- habló de la «situación insostenible» que se ha entregado en Láchar durante todo el año y que ha hecho poco menos que obligatorio dar un llamada de mano «al que el PP se suma para poder acometer políticas diferentes».
Pedro José Sánchez comenzó su turno de defensa, por así llamarlo, para catalogar la moción como una utensilio «justo pero no legítima», que se ha firmado «si contar con lo que votó el pueblo». Defendió abiertamente su dirección, aseguró que se actuó «con transparencia», que se abordó una situación económica efectivamente delicada, con facturas sin respaldar que ascendían a más de dos millones de euros y que, mientras, la competición se limitó a «poner palos en las ruedas».
Su «campaña de acoso y derribo» ha terminado en los juzgados, agregó, y la consecuencia política es que ahora «quitan al corregidor que han favorito los ciudadanos». Vaticinó que si hubiera hoy otras elecciones locales, los vecinos «dirían que no ven admisiblemente lo que está pasando» y por supuesto todavía se refirió a las grabaciones en su despacho.
«Fueron conseguidas de forma ilícita y fundamentan la moción que ahora presenta IU y a la que se suma el PP, que dice que no le gusta nuestra dirección pero lleva un año diciendo que lo que se ha conseguido en Láchar es gracias a ellos». Sánchez se mostró «a disposición de todos», ahora en la competición, y pronosticó que en los próximos comicios volverá a obtener el PSOE «y haremos una dirección honesta, como ahora».
El socialista Pedro José Sánchez abandona el pleno arropado por seguidores
Como se veía venir, su discurso fue ovacionado por algunos y rechazado por otros. La casta no llegó al río, pero por momentos parecía que los dos únicos policías locales en la sala serían insuficientes si proseguía la ascenso de acusaciones, las más de las veces entre unos asistentes y otros, vecinos de toda la vida pero no muy admisiblemente allegados.
Roberto Naranjo, portavoz del PP, dijo echar de menos que el PSOE hubiera pedido disculpas «por el contenido de algunos audios que se han difundido», poco que, añadió, sí hizo en privado con algunos componentes de su partido. Defendió que su intención ha sido siempre aportar sus ideas y hacer de Láchar «un pueblo referente», lo que les ha estimado «acusaciones y difamaciones por parte del PSOE, cuyos componentes nos han llamado en sus redes y en las nuestras cosas como okupas, ratas, mezquinos o plebe».
Mari Nieves López volvió a intervenir, esta vez para replicar como portavoz, y, tras insistir que si hay moción es porque «se ha quebrado la confianza de los vecinos», acusó al PSOE de no deber respetado el principio de igualdad «y de deber instalado al comunidad en la inseguridad jurídica». «Con el PSOE volvieron los caciques», afirmó.
Roberto Naranjo, portavoz del orden popular
Acusó a los socialistas de «despilfarrar» pese a la tremenda deuda municipal, y todavía de descuidar aspectos esenciales como la seguridad ciudadana, la educación o el turismo. «Han manipulado y siempre han tumbado la infracción a los demás, sobre todo a mí. La difamación y la calumnia han sido su forma de comportarse», continuó, y aunque no lo dijo con claridad, insinuó varias veces durante su discurso que el PSOE circunscrito podría deber cometido delitos graves.
Sobre su situación personal, reiteró que dejaba la concejalía «porque tengo que dar ejemplo, porque esto no va de sillones ni de siglas», pero subrayó que lo hace «con la vanguardia muy suscripción aunque hayan querido machacarme». Acudió a una cita famosa del Che Guevara, la de que más vale vencer de pie que conducirse de rodillas, y, puño en stop, concluyó con un: «Hasta la conquista siempre».
A las 13.10 del mediodía, Elisabeth Barnés quedó proclamada alcaldesa con los cuatro votos de IU y los dos del PP, mientras que los cinco ediles del PSOE se manifestaron en contra. Los partidarios de la moción se mostraron entonces más contentos que nunca «¡¡¡Eli, Eli, Eli!!!», gritaban una y otra vez. Prometió su cargo, justificó el pleno de hoy en «circunstancias efectivamente extraordinarias» y dijo que se sentía legitimada para timonear «gracias al apoyo de la asamblea de IU, de este pleno y de mis ocho abriles de trabajo en el comunidad. El pueblo ha dicho pespunte», cerró.