Así, según el barómetro de electromovilidad de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), El país se sitúa, junto con Italia, a la cola de Europa en electromovilidad y señala que es necesario acelerar los planes de ayuda, como los fiscales, y el desarrollo de infraestructuras de carga accesibles al público para acercarse a la media europea.
En este sentido, la asociación pone un ejemplo de la evolución de Portugal, que gracias a incentivos fiscales para incentivar la compra de vehículos y a un sistema de información y un despliegue rápido y eficiente de infraestructuras de recarga impulsó su crecimiento en más de 2 puntos, lo que le sitúa se acerca a la media europea y se aleja del bloque de cola español e italiano.
Por otro lado, la comunidad autónoma que muestra un mayor crecimiento es Asturias (1,9 puntos), mientras que Madrid, Navarra y Cataluña siguen siendo las tres regiones con mejor indicador global.
Anfac asegura que España sigue avanzando lentamente en términos de penetración de vehículos electrificados, ya que aunque crece 1,5 puntos, casi al ritmo que registra la media europea (1,8 puntos), obtiene una nota media de 18,9 puntos, unos 20 puntos. por debajo de los 38,7 puntos sobre 100 que obtiene de media el conjunto europeo. España continúa en las últimas posiciones del ranking.
Asimismo, durante los seis primeros meses se matricularon en España 55.544 turismos electrificados (100% eléctricos e híbridos enchufables). Una cifra que mejora los datos de hace un año pero que queda “muy lejos” del objetivo de 190.000 ventas de este tipo de vehículos para todo el año 2023.
En cuanto a infraestructuras de recarga, España creció unas 6 décimas en el segundo trimestre, obteniendo una calificación de 5,1 puntos sobre 100 y situándose en el penúltimo lugar del ranking del continente. Sin embargo, Europa también registra un lento ritmo de desarrollo de las infraestructuras de carga, con un aumento de 1,1 puntos y una calificación total de 11,2 puntos sobre 100.