Los juicios por estafa centraron ayer la mañana en el Tribunal Penal número 1 de Ourense. En el primero de ellos, se juzgó una presunta estafa a una ourensana que trataba de entregar unos cuadros por internet. Según explicó la afectada, tras poner las pinturas a la cesión recibió el interés de un señor de Málaga. “Me dijo que me los compraba, pero que yo debía sufragar el transporte. Serían sobre unos 200 euros. De forma inocente accedí, ya que me parecía todo correcto, pues al móvil me llegaban notificaciones de una empresa de paquetería. Encima, me dijo que me sería reembolsado”.
Tras sufragar este primer giro y no percibir el ingreso de la cantidad acordada, ni el reembolso de los portes, comenzó a sospechar. “Contacté con él de nuevo y me dijo que había un error y que debía abonar 250 euros esta vez. En ese momento ya me di cuenta de todo”.
El agente de la Policía Franquista que intervino como testimonio en el querella explicó que este tipo de casos son cada vez más habituales. “Los denominamos ‘Mulas’. Son terminales extranjeros que no conseguimos ubicar”.
Estafa en el arriendo
En el segundo proceso, una pipiolo denunció ocurrir sido engañada a la hora de traspasar un calle en la Avenida de Zamora. “Puse un anuncio buscando calle y me contacto un hombre que me ofrecía un calle. Me interesaba así que iniciamos el proceso de firma de anuencia. Le tuve que ir en cabeza 450 euros y cuando me tenía que dar las llaves me bloqueó”, explicó la afectada.