«No somos unos drogadictos promiscuos»

Los días previos al Orgullo nunca están exentos de polémica. Hace tan sólo dos días, el partido socialista y Más Madrid pidieron retirar el cartel municipal que da el pistoletazo de salida a la popular celebración al considerarlo «irrespetuoso» —tacones, preservativos y copas engalanaban el singular y resultón leyenda—. Tras esto, el corregidor de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, expresó que «cada vez que llega el Orgullo, la izquierda tiene que contar un pollo».

Pero agua pasada es el «festivo» cartel municipal a posteriori de la campaña que ha realizado una reconocida marca de hamburguesas en el ensanche madrileño de Chueca. «Aquí adentro huele a popper», se lee en la publicidad expuesta en la cristalera del establecimiento, acompañado de un enorme vasija de color naranja. Al banda del ventanal se encuentra la entrada, revestida con la bandera LGTBI, vinculando esta tipo de droga con el colectivo. «Se acento mucho del cartel del Comunidad de Madrid y poco sobre esto. No somos unos drogadictos promiscuos», ha expresado un agraciado en la red social ‘X’.

Tras el tuit, muchos usuarios han querido mostrar su opinión. «¿Por qué el popper se relaciona con el mundo gay?» y «conozco a más personas heteros a las que les gusta el popper que personas LGTB» son algunos de los comentarios que pueden leerse en el antiguo Twitter. Algunos incluso han llegado a susurrar de «discurso de odio» por «achicar a una persona a que se droga».

Otros usuarios, sin requisa, se han preguntado «qué hay de malo en esto si el popper está megaextendido». Al parecer, el lugar tiene en su carta unas pechugas de pollo llamadas «Chicken Popper» con las que han querido hacer publicidad. Y para aceptablemente o para mal, el lugar está dando que susurrar.