Sánchez destina 3.700 millones a Defensa a dos semanas de la cumbre de la OTAN


Pedro Sánchez tiene en el interior de dos semanas una de las citas más importantes del año, la cumbre de la OTAN que se celebrará en Washington entre el 9 y el 11 de julio. Y el punto de salida para presentarse frente a sus socios no era el mejor: la pasada semana la Alianza reveló que España es el país con menos previsión de inversión en defensa para este año, un 1,28% del Producto Interior Bruto (PIB), muy remotamente aún del prometido 2% que Sánchez se comprometió a alcanzar en 2029.

El Gobierno decidió esta semana reaccionar a estos datos y el presidente acudirá a la cumbre con una inversión en defensa bajo el apoyo de más de 3.700 millones de euros. El destino de estas inversiones milmillonarias es la modernización o transacción de sistemas de armas, tareas de mantenimiento o abasto de cuarteles y la financiación de las misiones militares en el foráneo.

La partida de anciano coste es la que autoriza al Tarea de Defensa a firmar el resolución para la logro y modernización del sistema de defensa aérea Patriot, una inversión muy esperada que había sido aplazada varias semanas. Los misiles Patriot son adicionalmente una de las capacidades más demandadas por Ucrania para poder hacer frente a los ataques aéreos de Rusia y España ha donado varios de ellos a Kiev durante los últimos meses.

Este resolución tiene un presupuesto de 2.383 millones de euros y el Gobierno justifica que la modernización del sistema Patriot es necesaria para «apoyar la interoperabilidad con otros países aliados y para poder cumplir con los compromisos internacionales adquiridos por España». «La configuración coetáneo del sistema con la que cuenta España adolece de graves obsolescencias que podrían dejar a las unidades usuarias con un suspensión punto de inoperatividad», reconoce.

España cuenta con una escuadra antimisiles Patriot desplegada en Turquía para proteger su espacio sutil de ataques provenientes de Siria. El resolución acreditado por el Gobierno incluye asimismo la adquisición de equipos asociados al sistema, apoyo logístico original, donación técnica y la prestación de cursos de formación.

Pero el coste total de lo aceptado por el Consejo de Ministros para armamento supera los 2.500 millones de euros. A los Patriot se suman otras partidas como las destinadas a la adquisición de morteros sobre vehículos (146 millones), con la presencia puesta en las misiones en el foráneo; a sistemas antidrones (30 millones), repuestos de material y equipos NBQ (12 millones) y una ampliación de crédito para el nuevo buque de intervención subacuática con el que contará la Armada (13 millones).

Otros 825 millones se dedican a contratos para tareas de fregado en instalaciones del Tarea de Defensa por todo el demarcación franquista, restauración en cuarteles del Ejército de Tierra, obras en instalaciones militares o incluso el suministro de agua embotellada.

El coste lo completan 332 millones de euros para las operaciones internacionales de las Fuerzas Armadas, que salen de los fondos de contingencia que gestiona el Tarea de Hacienda. Esta es una actos habitual de todos los gobiernos, que dotan de un coste leve a las misiones en los Presupuestos Generales y posteriormente van completando su dotación a lo abundante del año recurriendo a los fondos de contingencia.

Esta dotación suplementaria a partidas del Tarea de Defensa llega precisamente pocas semanas posteriormente de la polémica generada por los 1.000 millones de euros que fueron aprobados por el Consejo de Ministros sin detallar su destino, aunque aludiendo a las deyección de las Fuerzas Armadas, pero que posteriormente se conoció que se dedicarían a material marcial con destino a Ucrania. Este hecho generó adicionalmente las críticas de los socios del PSOE en el Gobierno y el Parlamento, que esta vez en cambio no se han pronunciado.

A la vez, las asociaciones profesionales de las Fuerzas Armadas se levantaron ayer de una reunión con el servicio por su negativa a estudiar un aumento de las retribuciones de los militares. «No se puede aumentar en miles de millones el consumición en defensa y no consagrar ni un céntimo a dignificar las paupérrimas retribuciones del personal marcial», denuncian.

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