“Esa mañana había una avioneta sobrevolando la zona frente a la casa” y los vecinos “se preguntaban por qué, nos habían dicho que el volcán estallaría por culpa de Jedey”. Las casas “se movían, la alarma del coche no dejaba de sonar por los continuos terremotos”. Cuando estalló la tierra en La Palma, los vecinos no lo podían creer. “Cogí mi gato, un bolso, algo de documentación y salí a buscar a la familia”. Paralizado por el horroralgunos ni siquiera podían caminar, mientras que otros buscaban la manera de escapar en lo que rápidamente se convirtió en un enorme atasco para salir del horror.
Cada persona recuerda ese día. 19 de septiembre, hace dos años. con el mismo sentimiento, con palabras diferentes pero con una clara coincidencia, “absolutamente nadie nos avisó ni vino a evacuarnos ni a avisarnos del peligro en el que estábamos”.
Una vez que el volcán entró en erupción, este vecino hizo lo que muchos hacen. «Paramos unos kilómetros después, absolutamente traumatizados, esperando A ver cuando le toca a nuestra casa». La desgarradora historia de quienes vivieron esos primeros segundos deja sin aliento.
“Caía arena y algunas piedras, estábamos aterrorizados”. Ninguna evacuación, ningún aviso, ni siquiera una llamada. Después de dos años, muchos no se han recuperado ni económica ni psicológicamente. «no estamos nada bien». Han pasado dos años, para todos los demás. Para muchos vecinos de La Palma, su vida se detuvo en ese momento. Comenzaron a sentir temblores bajo sus pies, además “un calor extraño”, dice otro vecino, “el día 19 una avioneta sobrevolaba la zona donde finalmente explotó el volcán, todo el tiempo, en ningún momento se dirigió a Jedey. “.
Coincide con el resto de vecinos de la zona: “Sobrevolé El Paraíso y Las Manchas, pero allí nadie nos dijo nada”. Intentaron ser informados pero “en ningún lado nos dijeron lo que estaba pasando”, a los vecinos les dijeron que ““Avisarían con 2 o 3 días de antelación”, de haber sido así “nuestra salud mental no se habría visto tan afectada, podríamos haber sacado nuestras pertenencias y recuerdos”, o salvar animales que huyeron en medio del caos. El testimonio de esta vecina es sólo uno de muchos, es la dura realidad de aquel 19 de septiembre. «Salimos esa mañana porque los temblores eran tan impresionantes que teníamos miedo de que la casa se derrumbará».
Ni siquiera la ‘casa milagro’ pudo resistir, después de varias semanas siendo un símbolo de esperanza en medio de la nada, la casa Cocq también cayó en manos del volcán.
El paisaje “era dantesco”, al tercer día las primeras casas ya habían desaparecido de la vista. Ataques de ansiedad, no vivir, no tener dónde quedarse, vidas enteras pasadas en los coches, la incertidumbre de no saber qué estaba pasando… «hemos tenido que someternos a un tratamiento psicológico», confiesa este afectado.
«Salimos apurados, todo era un caos, gritos, totalmente aterrorizados, una carrera desesperada de todos los vecinos, todos tan asustados como estábamos, fue horrible. Gritando, llorando, avisando y ayudándose, animales corriendo asustados… Han pasado dos años desde que Cumbre Vieja despertó “pero a mí “Todavía me duele mucho hablar de esto”.confiesa uno de los afectados.
Fueron 85 días y 8 horas de actividad volcánica, 8.652 terremotos, el volcán de La Palma sepultó 1.676 edificios, entre ellos 1.345 casas, 370 hectáreas de cultivos y 73,8 kilómetros de carreteras. Un total de 2.329 personas Se encuentran registrados dentro del perímetro del volcán, lo que obligó a evacuar a más de 7.000 habitantes.
El Volcán Tajogaite se ha transformado del verde al negro, con una nueva montaña en la cima de El Paso con 6 cráteres, y una altura máxima alcanzada fue de 1.131 metros, que finalmente se quedó en 1.121 metros. El columna eruptiva La erupción de Cumbre Vieja fue una aterradora fuente de lava que alcanzó un máximo de 8.500 metros el último día de actividad, el 13 de diciembre.