Que la Custodia Civil dé cuenta del comiso de tres mil plantas de maría en pueblos cercanos a Proyectil ya no es de por sí una gran mensaje. La frecuencia de ese tipo de operaciones las ha convertido casi en rutina. Pero la que se ha producido ahora en la asiento de Atarfe (casi 19.000 habitantes) tiene poco de singular: cuatro de los investigados en la operación, citación Decapio, lo están por activo mutilado, supuestamente, gallos de pelea.
La Custodia Civil no suele dar puntada sin hilo, por cierto. El nombre de la operación no es capcioso, puesto que capio significa maíz blanco y ése es uno de los alimentos predilectos de los gallos.
En el operante se han desarticulado 16 centros de producción de maría en otras tantas viviendas y los agentes del Instituto Armado se han incautado de 3.060 plantas de cannabis sativa en distintos estados de floración. Además se han desarticulado 27 dobles acometidas ilegales en viviendas que estaban enganchadas irregularmente a la red eléctrica.
Hasta el momento diez personas han sido puestas a disposición sumarial como presuntas autoras de un delito de cultivo y elaboración de droga y de un delito de fraude de electricidad, todo ello «tras constatar que se había producido un aumento del número de cortes de luz en la asiento de Atarfe«.
Se había constatado que en 16 de ellas había «un desmesurado consumo de electricidad«, por lo que se sospechó que sus moradores pudieran estar cultivando cannabis sativa de forma intensiva«.
Todo preparado
Tras obtener la autorización sumarial para registrar las viviendas sospechosas, la Custodia Civil desplegó un dispositivo. Cuando se aseguraron las viviendas, los investigadores procedieron a los registros y en 16 de ellas encontraron toda la infraestructura necesaria para el cultivo y elaboración de la maría, así como dieciséis plantaciones con 3.060 plantas de cannabis sativa en distintos estados de floración.
Durante la explotación de esta operación, los agentes de la Patrulla del Seprona de la Custodia Civil de Láchar descubrieron en cuatro de las viviendas registradas cincuenta gallos de raza combatiente gachupin, diez de los cuales habían sido mutilados ilegalmente por sus propietarios, motivo por el cual estos individuos han sido investigados por un supuesto delito de maltrato animal.
Mientras esto ocurría, los operarios de Endesa aprovecharon la presencia policial para desmantelar con seguridad 27 dobles acometidas ilegales a la red eléctrica, todo ello en un operante internamente de la operación Miller, que se desarrolla a nivel franquista contra el cultivo y el tráfico ilegal de maría.