Es maniático como un más que considerable sector de la izquierda decide quién es homófobo o no, quién defiende los derechos, quién es progresista. Deciden si tú eres feminista o no. Lo hacen ejerciendo una autoridad pudoroso insultante. Si sobre esto tienen alguna duda, pregunten al corregidor de Elche, Pablo Ruz, y la campaña de acoso y derribo que ha sufrido. Quizá se la hayan organizado por el partido del que es militante. Solo quizá…
Los principales colectivos LGTBIQ+ no participarán de los actos organizados por el Cabildo de Valencia con motivo del día del orgullo. Por supuesto, están en su derecho de hacer lo que consideren. Pero sugerente es que uno de las principales entidades, Lambda, no acuda al citación de fiesta pero si a cobrar la subvención derecho del concejo de 12.000 euros a la que no han renunciado. Supongo que si uno se ofende, será con todas las consecuencias y por todo el conjunto completo. No ha sido el caso.
Pero más injusto me parece cargar como se ha hecho contra el Cabildo de Valencia y su alcaldesa. La programación del Consistorio con motivo de las celebraciones del orgullo comenzó el pasado 18 de junio. Ha incluido eventos, talleres, charlas, conciertos, por otra parte de la consabida promoción institucional. Siquiera cuenta al parecer iluminar la frontispicio del Cabildo con los colores de la bandera del orgullo. Quizá el problema para la alcaldesa María José Catalá es que siempre dará igual lo que haga, porque siempre habrá quien estará dispuesto a resentirse, no necesitará un motivo.
Algunos parecen olvidar la importancia que tiene la reivindicación de la igualdad en todos sus aspectos y la implicación de todos. Hay que valorar lo conseguido y por supuesto seguir avanzando. Por eso, y por la importancia de lo que hay en coyuntura, roza la mezquindad hacer política con todo ello, política de la mala…