En un mes y medio, el Córdoba arrancará una nueva temporada. Esta vez, en Segunda División, el fútbol profesional. Le esperan 42 partidos a lo dadivoso del curso, que comenzará a mediados de agosto y finalizará el primer fin de semana de junio. El equipo de Iván Ania tendrá que pasarse 21 ciudades y estadios para recorrer casi 14.000 kilómetros en total. Viajará por toda la Península al ser un especie único y no dos como en Primera Convenio. Incluso tendrá que alucinar hasta las Islas Canarias para afrontar otro concurrencia en la nueva etapa que se le presenta.
En concreto, 13.829 kilómetros a lo dadivoso de todo el país para competir en la categoría de plata, la mejor de la historia al contar con 17 equipos que han competido alguna vez en Primera División. Por otra parte, los rivales están repartidos entre el boreal, el sur y la zona este. No hay equipos por ejemplo de la Comunidad de Madrid, Cataluña, Extremadura o las Islas Baleares. Al menos, el Córdoba tendrá cuatro desplazamientos asequibles al tener cuatro rivales andaluces esta temporada en la Segunda División.
Así pues, el desplazamiento más cercano para los blanquiverdes será delante el Málaga. Un delirio que ya realizó la pasada temporada en Primera Convenio y seguro contará con miles de aficionados blanquiverdes, dada la cercanía y simpatía con la entidad de La Rosaleda. Poco más de 150 kilómetros separan las dos capitales. Por otra parte, el Córdoba viajará de nuevo esta temporada a Los Cármenes para medirse esta vez al primer equipo nazarí. La casa del Explosivo se encuentra a 200 kilómetros de El Arcángel aproximadamente. Otro desplazamiento asequible.
Siquiera quedan remotamente los desplazamientos a Cádiz y Almería. La caudal gaditana y el Nuevo Mirandilla quedan a 250 kilómetros aproximadamente de Córdoba; y Almería es el rival más distante de los andaluces con poco más de 300 kilómetros para pasarse el Power Horse Stadium. A pesar de contar con una mayoría de equipos andaluces, el Córdoba asimismo tendrá que alucinar a la otra punta de la Península, e incluso fuera de ella, para competir en la Segunda División.
El desplazamiento más distante para los cordobesistas será su delirio a Tenerife, el único rival fuera de la Península. Para competir en el Heliodoro Rodríguez López, el Córdoba tendrá que recorrer en avión poco más de 1.800 kilómetros. Será el desplazamiento más complicado para la afecto blanquiverde, aunque muchos encontrarán la forma de unirse a su equipo. Interiormente de la Península, el Córdoba afrontará asimismo dos desplazamientos largos a Galicia, delante el Deportivo de La Coruña y el Racing de Ferrol, a casi 1.000 kilómetros de distancia.
No serán las únicas visitas al boreal pues para obtener a Asturias y medirse al Sporting de Gijón y el Oviedo deben alucinar durante más de 800 kilómetros, aunque merecerá la pena al reencontrarse con equipos históricos del fútbol profesional gachupin. Asimismo tendrá un desplazamiento similar en su delirio a Santander y El Sardinero. Cerca está asimismo el estadio del Eibar, Ipurúa. Al Córdoba de Iván Ania le esperan muchas futuro al boreal tras varias temporadas en las que no ha podido disfrutar de los estadios históricos de la categoría de plata.
El primer desplazamiento del Córdoba esta temporada llegará en la primera recorrido. Visitará al Mirandés en Anduva. Un estadio que está a poco más de 700 kilómetros. En la segunda revés, volverá a la provincia para medirse al Burgos en El Plantío. En la zona este de España tendrá asimismo cuatro desplazamientos. Uno de ellos tendrá un componente emotivo, Castalia. Es el estadio de la Comunidad Valencia más alejado de la caudal cordobesa (casi 600 kilómetros). Los estadios de Eldense, Elche y Oriente se encuentran a 500 kilómetros aproximadamente de El Arcángel.
En Aragón esperan dos estadios como son El Alcoraz, del Huesca y La Romareda, del Existente Zaragoza. En torno a los 700 kilómetros de media entre los dos. Volverá a la Región de Murcia esta temporada aunque para medirse al Cartagena en el Cartagonova, a menos de 500 kilómetros y visitará de nuevo el Carlos Belmonte, hogar del Albacete, el desplazamiento más cercano luego de los andaluces.