19 de septiembre y ya han pasado dos años. Este segundo aniversario duele casi igual que el primero. El sentimiento de desolación, cansancio y desánimo sigue intacto y las miles de preguntas siguen sin respuesta. El 19 de septiembre de 2021, a las 15:11 horas, Se inauguró el terreno en Cabeza de Vaca, La Palmadejando salir al monstruo que había dormido durante 50 años en las entrañas de Cumbre Vieja.
¿Por qué no se encendió el semáforo de riesgo esa mañana? ¿Por qué las actas del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca) siguen bajo llave? ¿Por qué no se evacuó a la población? Los científicos han confirmado que un sector de ellos sí advirtió del peligro y recomendó a los vecinos evacuar, ante un riesgo que ya se confirmó como inminente. Continúan los afectados por el volcán Cumbre Vieja sin tener las respuestas a las miles de preguntas que comenzó a realizarse aquel 19 de septiembre de hace dos años. El tiempo ha pasado para todos, pero para muchos de ellos una parte de su vida quedó paralizada en ese momento en que la tierra dejó salir al demonio que reposa bajo La Palma.
Como ha recordado el diario El Valle de Aridane, varios planes oficiales confirmaban la necesidad de tomar medidas contra el riesgo volcánico en la isla, pero poco o nada se hizo. Los síntomas de reactivación comenzaron varios años antes, y en 2003 el Plan de Emergencia situó el Valle de Aridane como Zona de “muy alto riesgo” por daños de lava. No se informó nada a la población, se siguieron expidiendo licencias de construcción, no hubo aviso del aumento del riesgo volcánico.
El 13 de septiembre de 2021 se activó el Pevolca, un comité científico integrado por hasta 8 instituciones científicas, con el Instituto Geográfico Nacional (IGN) a la cabeza, y que decretó el semáforo amarillo. No subió en ninguno de los momentos previos a esta catástrofe, aunque el IGN ya afirmó que recomendado hacerlo. Aunque no están previstas evacuaciones con semáforo amarillo, sí comenzaron a realizarse para personas con movilidad reducida y animales de granja. Los otros miles de personas se quedaron en casa, tal como les habían recomendado. El informe del comité científico de aquella fatídica mañana del 19 de septiembre de 2021 dice así: “el proceso continúa y puede tener un rápida evolución a corto plazo», ya que «se encuentra en una fase pre-eruptiva, con mayor probabilidad de culminar en erupción, sin evidencia, en este momento, que permita establecer una ventana de tiempo».
Comenzaron los terremotos más fuertes, con mayor frecuencia, y comenzaron los deslizamientos de tierra en las laderas. Incluso se dudó si se trataba de humo de desprendimientos de tierra o si la erupción había comenzado, hasta que un terremoto seco rompió la tierra. El magma comenzó a salir a la superficie apenas a unos cientos de metros de las casas, casi un milagro. Que el volcán rompiera la corteza en ese momento fue lo único que salvó la vida de los cientos de vecinos de la zona, una suerte que la naturaleza regaló a una población que disfrutó de la sobremesa confiando en la ciencia.
Si aquella boca eruptiva que arrasó el barrio El Paraíso hubiera surgido hace algún tiempo cientos de metros debajo, hoy se cumpliría el segundo aniversario de un desastre aún mayor, con nombres y apellidos. Con el magma a 1.200 grados, la lluvia de piedras y gases tóxicos, el volcán habría devastado algo más que tierras y viviendas.
Una casa aparece bajo coladas de lava de varios metros de altura
Destrucción en el cruce de La Laguna, donde se detuvo la lava
El último volcán de Canarias
El volcán de La Palma sepultó 1.676 edificios, de los cuales 1.345 casas, 370 hectáreas de cultivos y 73,8 kilómetros de carretera. Un total de 2.329 personas están registradas dentro del perímetro del volcán, lo que obligó a evacuar a más de 7.000 vecinos. Después del volcán vino el reconstruccióny los caminos se comieron lo que para muchos fue lo único que les dejó el volcán.
Llueve mojado, las cenizas arden y las heridas no sanan golpe tras golpe. Muchos han decidido abandonar la isla, otros han asumido que vivirán en un contenedor, la prisión volcánica de Puerto Naos sigue esperando a sus vecinos. 730 días en La Palma y mucho dolor todavía en el aire. Muchos ya ni siquiera hablan de ello, viven de espaldas a ese demonio humeante que les arrebató su proyecto de vida, otros aún no pueden recorrer el camino. camino sobre lava, que hoy ha inaugurado una nueva sección. La reconstrucción, para muchos corazones, aún no ha llegado.
El Volcán Tajogaite tiene 6 cráteres, y en su cono principal la altura máxima alcanzada fue de 1.131 metros, que finalmente se mantuvo en 1.121 metros. La altura aproximada del actual edificio volcánico es de 200 metros. La columna eruptiva de la erupción Cumbre Vieja alcanzó un máximo de 8.500 metros el último día de actividad, el 13 de diciembre.
El volcán de La Palma tenía temblor durante 2.042 horas y la emisión de dióxido de azufre medida por Tropomi fue de mil millones de kilogramos y el volumen de material emitido superó los 200 millones de metros cúbicos.
Durante los 85 días y 8 horas del volcán, 8.652 terremotos, que se suman a los localizados desde el inicio del enjambre, un total de 1.400 preruptivos. El temblor más intenso fue 5.1mbLg a una profundidad de 36 kilómetros el 19 de noviembre y la intensidad máxima registrada sentida fue IV-V.
La factura por los daños del volcán de Cumbre Vieja se estimó en abril de 2022 en 982 millones de euros, según datos facilitados por el Cabildo, los ayuntamientos de Palma, las entidades aseguradoras y una consultora especializada.
Los flujos, que abarcan 1.218,8 hectáreas en un perímetro de 68,9 kilómetros, tuvieron un recorrido máximo de 6,5 kilómetros en la superficie y 1,1 kilómetros bajo el mar. La Palma ganó 48 hectáreas al mar, con decenas de nuevas playas aún vírgenes. La tierra alcanzó una deformación vertical máxima de 33 centímetros, alcanzando su punto más alto el 24 de octubre.
Ricardo Camacho ha sido el primer vecino en obtener la licencia para recuperar su casa de la lava, en La Laguna. Fue en mayo de 2023.