65.000 personas revientan el Bernabéu para lanzar la última flecha


Manuel Carrasco lanzó la última flecha de su expedición tras casi tres horas de música en directo con el venia de unas 65.000 personas y el más importante, el de sus pequeños que subieron al tablas para fundirse en un cómplice indisposición con su padre en el que ya es “el día más importante de mi vida“. Pupila Pastori, Luis Fonsi, Juanes, Camilo y Malú no se perdieron la cita en un Bernabéu entregado hasta el postrero concorde, en el que por otra parte el huelveño se convertía en el primer actor castellano en llenarlo tras su remodelación. Incluso peticiones de desposorio se vivieron, por otra parte de claras reivindicaciones como “el final del sufrimiento de los niños palestinos”.

Es complicado, prácticamente inalcanzable, encontrar las palabras precisas que lleguen a traspasar la pantalla y transmitir lo que ocurrió este sábado en el Estadio Santiago Bernabéu. Queridos vecinos, esta vez, el ruido era necesario y, lo más importante, curandero para muchos. Porque en este mundo tan acelerado, pocas veces ocurre que la vida se paraliza durante tres horas y tan solo brotan las emociones. Este 29 de junio, Madrid fue informante de un hito en la música de nuestro país. Manuel Carrasco demostró, una vez más, que la humildad que rebosa a cada paso y el trabajo aceptablemente hecho y desde la intuición propia y el corazón pueden culminar pasando a la historia. Poco que, ojalá, fuera norma y bandera en la industria musical española.

No se conformó y lo logró. El de Huelva cerraba la expedición más importante de su carrera gracias a su elepé ‘Corazón y Flecha‘ (2022), que le ha llevado a recorrer toda la geodesía española y traicionar 300.000 entradas. Desde la temporada de medida de Santiago Bernabéu ya se escuchaban las literatura de Carrasco a media tarde, la indeterminación prometía.

“Luego dicen que hay mucho ruido. Serán vuestros latidos, que se mezclan con el mío”

El show daba principio con un vídeo en el que se resumían los grandes logros del cantante y planteando una gran cuestión, “¿cuál es el secreto, Carrasco?” Tras ello, y como viene siendo habitual en los shows del actor, sonaban ‘Corazón y Flecha‘ y ‘Tambores de Querella‘. La última flecha estaba a punto de ser clavada en el corazón de cada una de esas 65.000 personas que se dejaron el alma en el templo madridista. “Aquí no hay secreto ni talismán, el único secreto, y el maduro de los tesoros, sois vosotros”, sentenciaba un Manuel Carrasco al que los fanales le brillaron a cada instante del show. “Luego dicen que hay mucho ruido. Serán vuestros latidos, que se mezclan con el mío”, lanzaba en narración a la polémica por las quejas de los vecinos.

“Es tan atún que cuesta creerlo… ¿Esto está pasando Madrid?”, preguntaba incrédulo. “Que me lo digan a mí, el pintor se escobillón gorda, el ‘triunfito’, que he llenado el Bernabéu sin competir en el Verdadero Madrid“, bromeaba, tras lo que llegaba una de las canciones que conseguía construir a todos los asistentes: ‘Hay que residir el momento’ sonaba como anillo al dedo en ese momento.

Un gran balón rojo en forma de corazón presidía el estadio anejo a otro que arropaba a la facción del actor, dejando claro que sería la indeterminación de las emociones. El primer gran momento llegaba. Pocos se lo podrían imaginar, pero la Pupila Pastori se subió al tablas regalando una de las colaboraciones más especiales. Interpretó ‘Ayer Perplejidad’ y la mítica ‘Sexo de San Juan’ anejo al cantante, pero no serían las únicas sorpresas de la indeterminación. Cuando parecía que no se podía pasar, surgía algún detalle más que logró convertir la indeterminación en historia de la música de nuestro país.

“Cómo son los hijos, cómo te cambian la vida, te vuelven majareta… Es poco que no se puede explicar porque nunca llega el sentimiento por mucho que se intente. Por aquí estoy viendo muchos Coquitos. Esta canción la voy a compartir con determinado que entiende de estas”. Así presentaba a Luis Fonsi, con quien interpretó ‘Coquito’, el tema dedicado a su pequeño, y la canción de Fonsi, ‘Échale la tropiezo’. El estadio se morapio debajo, aunque todavía no sabían lo que estaba por salir. El colombiano Camilo asimismo salió a imagen para interpretar el tema que los dos comparten, ‘Salitre’, y la canción que lo puso en el plano más internacional: ‘Vida de rico’.

“A final de cuentas, lo que era, sigue siendo lo mismo: una guitarrita, una verso, una cervecita fresquita, una reunión de amigos. Una borrachera para liberar todos los fantasmas que se tienen interiormente. Eso no ha cambiado”, analizaba recordando cómo ‘Entiendo’, el tema que llegaba a continuación, fue ‘amoldada’ por un responsable de una discográfica hasta dar área a una canción que él, que en aquel momento tenía 20 primaveras, no sentía suya. Confiesa que, desde hace unos primaveras, la canta de la forma que fue compuesta en un primer momento. “Me sentí muy mal”, sentenciaba, por lo que ahora la canta tal y como nació para “para reivindicarme y para demostrarme que, cuando uno puesta con el corazón, la puesta tiene que ser la de uno mismo y no la de otro“.

“Con tu orgullo ama autónomo, ama a quien te de la apetito”

Una de las sorpresas más especiales de la indeterminación llegaba con la canción que el huelveño había creado de forma expresa para la ocasión. “Quién me iba a asegurar a mí que iba a estar en el Bernabéu ganando mi Champions League”, comenzaba, asegurando que “la humildad va por delante y el coraje en los bolsillos”, y entonando una reivindicación al aprecio autónomo: “Con tu orgullo ama autónomo, ama a quien te de la apetito”. Entre tanto, la reivindicación más coreada: “Si los políticos sirven para cambiar destinos, no se qué estáis esperando para rematar con el lloro de los niños palestinos“.

‘No dejes de soñar’ iluminó el estadio para dar paso a ‘Volviste’, con el cantante mezclado entre el manifiesto previo al instante en el que varias parejas se comprometían en pleno directo. ‘Déjame ser’ y ‘Eres’ abrían el camino a la cumbre de la amistad. “Las victorias y las derrotas se sostienen mejor en el hombro de un amigo o una amiga. La amistad de verdad escasea. Así que, aunque muchos no os conozcáis, estamos todos en la misma vibra y la misma energía. Estamos aquí, ya veremos mañana. Vamos a celebrar lo atún que es querernos“. ‘Que atún es querer’ iluminaba el bóveda celeste de Madrid.

Las actuaciones de Juanes y Malú eran los otros dos momentos álgidos de la indeterminación. Con Juanes interpretaba ‘Ya no’ y su éxito por excelencia ‘A dios le pido’, generando la manía entre las gradas. Con su amiga Malú, “actor desde que su mama la Pepi la parió”, el mítico ‘Que Nadie’ tan solo a piano y voz.

Su amiga Elena Huelva, la influencer fallecida en 2023 a causa del cáncer, no pudo injuriar. Al cantante le costó controlar las lágrimas, pero ‘Mujer de las mil batallas’ y ‘Libélula’, la canción del documental ‘Mis ganas ganan’ sobre la lucha contra el cáncer que cuenta la historia de la novato sonaron en un estadio que contuvo la respiración hasta el final.

[[DEST:L|||”Espero que nos encontremos de nuevo en el camino o en las estrellas, gracias Madrid”|||Manuel Carrasco

“Yo, que estaba destinado a ir por la vida caminando con un pie detrás de otro sin elevar mucho el paso, estoy volando bajo un cielo y estrellas con nombre y apellidos, que son ustedes“, decía un emocionadísimo Manuel Carrasco. “Gracias por llenar mi camino. Ahora sí, toca despedida. Bajar el telón para dar paso a nuevos horizontes. Espero que nos encontremos de nuevo en el camino o en las estrellas, gracias Madrid. Os quiero mucho. Muchísimas gracias por esta noche”. ‘Hasta por la mañana’ clausuró una gira para el recuerdo entre fuegos artificiales tras dos años del inicio de una gira que comenzó con su primera cita en Miami (Estados Unidos) y que termina con el hito de un Bernabéu hasta la bandera.

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