Joaquín González ha puesto una pica en Eslovaquia, en el deporte de la orientación, dominado por los nórdicos. En la ciudad de Košice y con 50 años, este bombero afincado en Toledo se ha proclamado subcampeón del mundo de veteranos en la modalidad Sprint y en la categoría de 50 a 54 años. Lo ha conseguido con su club, la Orientación Toledo, con el que descubrió este deporte hace doce años y ha sido entrenador de muchos chavales.
Su prueba, celebrada en el casco urbano de Košice, no está al alcance de todo el mundo. El avión le fue entregado nada más salir y tuvo que picar en el orden establecido en las 18 balizas señalizadas en un recorrido de 3 kilómetros y 300 metros. Con su tiempo de 12 minutos y 3 segundos, fue campeón mundial por poco tiempo, pero un sueco se atrevió a quitarle ese privilegio completando el recorrido con un segundo menos.
Eso sí, Joaquín no participó por los premios que le dieron: cero euros, una medalla, una botella de vino de la tierra y un salchichón, “que está muy bien, pero no llega a nuestro ibérico”. “Realmente aprecio los premios comestibles”se ríe el atleta, que paga todos los gastos.
Este bombero de la Comunidad de Madrid, en el parque de Parla, fue el único español que subió al podio y se fotografió con el resto de compatriotas que se tocaban pelo en la categoría de 45 a 49 años: el madrileño samuel diazsubcampeón del mundo con Adol de Sevilla, y el Alicante Javier Montieltercero con la Universidad de Alicante.
El único representante de su club en Košice, donde unos 60 deportistas españoles compiten en estos campeonatos, Joaquín participará en otras dos pruebas por bosquela media (unos 7 kilómetros) y larga distancia (alrededor de 11).
Javier Montiel, Joaquín González y Samuel Díaz, con sus medallas y una bandera española
Para el subcampeón del mundo, “la orientación es un deporte muy educativo en el que tienes que valerte por ti mismo en un reto, que es encontrar la ruta más corta en el menor tiempo posible”. “Me encanta la sensación de atravesar un bosque con un mapa y una brújula, y saber a dónde tengo que ir. La orientación es un reto mental, me llena mucho y es en lo que gasto mi dinero y mi tiempo”, dice Joaquín.
Ese espíritu también impregnó a su hija. Nerea, miembro de la selección española absoluta de Orientación, con la que logró el quinto puesto en la prueba de relevos mixtos del último mundial. A la joven ya le queda menos para alcanzar el hito de su padre en Eslovaquia.