Pedro Sánchez Está claro que no habrá repetición de elecciones y que volverá a jurar como presidente del Gobierno, pero esconde las cartas que le mantendrán en la Moncloa: una negociación con los separatistas catalanes que podría incluir una amnistía a cambio de renunciar a la vía unilateral para obtener la independencia.
Así lo afirmó el jefe del Ejecutivo desde Nueva York en una conversación informal con periodistas españoles este martes al margen de la Asamblea General de la ONU, a la que asistió pese a estar en el cargo.
Sánchez ha insistido una y otra vez en su confianza en que encontrará El camino para alcanzar la mayoría parlamentaria. para su investidura, en la que el principal obstáculo es conseguir el apoyo de Junts per Catalunya, del fugado Carles Puigdemont.
Su plan A, su plan B y su plan C, ha subrayado Sánchez, es que hay un gobierno dirigido por él. No se contempla la repetición de elecciones, una opción que se ha barajado ante el chantaje independentista de exigir amnistía a cambio de apoyo a la investidura, ha subrayado el presidente del Gobierno, que defiende que Los números son suficientes para mantenerse en el poder..
Estos números, la aritmética de su investidura, han quedado patentes desde que se celebraron las elecciones de julio: Sánchez necesita el apoyo de todos los independentistas, incluidos ERC, Bildu y Junts. Lo que no está claro es cuánto le dará Sánchez a Junts a cambio de ese apoyo.
Los dirigentes catalanes han dejado claro que La amnistía ya está en el acuerdo con el PSOE. Así lo ha dicho este martes el presidente de ERC, Oriol Junqueras, desde la puerta del Congreso. «Estamos convencidos de que la amnistía, al igual que el reconocimiento del uso de la lengua catalana en el Congreso, ya forma parte del acuerdo que alcanzamos con el PSOE sobre la formación de la Mesa del Congreso. En aquel momento se acordó que todas las formas de represión debían terminar con todas las medidas legales necesarias, incluida la amnistía. Si el acuerdo existente en este momento ya incluye la amnistía, el acuerdo final también debe incluirla”, afirmó Junqueras.
La amnistía también ha sido defendido por su socio gubernamental,Sumar, en boca de su líder y vicepresidenta en funciones, Yolanda Díaz.
Pero Sánchez prefiere por ahora Ni siquiera mencionar la amnistía de palabra. En Nueva York ha evitado decirlo, pero tampoco lo ha descartado. Ha dicho que no le toca hablar de él, que le toca a la investidura de Alberto Núñez Feijóo, aunque ha considerado su candidatura como una pérdida de tiempo. Y que hablará claro de la amnistía cuando sea él quien asista a la investidura.
Tampoco ha aclarado si la contrapartida de la amnistía será la renuncia de los separatistas a la vía unilateral. Eso sí, ha defendido que, según los números del CIS, Sólo el 10% de los catalanes opta por esta vía y que busca hablar en nombre del 90% de la sociedad catalana, que, según sus palabras, reclama convivencia, concordia y superación del desgarro que provocó el proceso independentista de 2017.
La posibilidad de que Sánchez negocie una amnistía -cada vez más clara por las declaraciones de otros líderes socialistas, socios de gobierno y socios parlamentarios- ha provocado fuertes críticas en la opinión pública española, en la que también participan líderes históricos del PSOE, como Felipe González. , Alfonso Guerra o Nicolás Redondo Terreros, expulsados por sus críticas al secretario general socialista.
Sánchez ha defendido que estas críticas no hacen ninguna mella ni entre los votantes ni entre los militantes y está convencido de que el partido validará el acuerdo de investidura que llega a los independentistas.
El presidente del Gobierno en funciones también se ha referido al polémico cambio en la normativa parlamentaria que, desde este martes, permitía el uso de lenguas oficiales distintas al castellano -catalán, gallego y euskera- en el Congreso. Ha sostenido que es una modificacion muy importante que incorpora la realidad pulgar de las lenguas reconocidas en la Constitución.