Los agentes de la Policía Municipal de Pamplona intervinieron de guisa heroica en un suceso ocurrido el pasado domingo 30 de junio. Ismael Mondragón Álvarez y Alfredo Unanua estaban de servicio patrullando el alfoz de la Rochapea cuando, según cuenta el ‘Diario de Navarra’, recibieron una alerta de necesidad a través de SOS Navarra.
Los hechos ocurrieron sobre las 13:14 horas: unos padres habían recurrido a la llamamiento de socorro para, alarmados, pedir ayuda, ya que se habían enfrentado a su hijo de tan solo cinco días sin respiración y con un tono azulado. Los progenitores del pequeño se ubicaban en la calle de Ventura Rodríguez, en el alfoz de Buztintxuri.
Los agentes relatan al medio locorregional de Navarra que pusieron las luces de la patrulla y salieron para allá “a toda velocidad” y cuando llegaron, se encontraron con los padres ya en la calle esperando el rescate del pequeño: “los padres hicieron muy adecuadamente en descabalgar con el bebé hasta la calle, ahorrándonos el tiempo de subir hasta el asfalto”. A partir de ese momento, Álvarez y Unanua comenzaron la reanimación del recién nacido. “Mientras los padres seguían en contacto telefónico con SOS Navarra y hasta la presentación de la ambulancia, comenzamos la reanimación“, relata y explica que primero le realizaron la maniobra de Heimlich y luego procedieron a darle cinco golpes en la espalda, “luego ya alternamos la RCP”. “Repetimos dos veces los movimientos y, de repente, el bebé empezó a lloriquear y a coger color otra vez”.
Cuando llegó la ambulancia, el bebé ya había recuperado la respiración con normalidad pero, aún así, fue trasladado al Hospital Universitario de Navarra y allí ha permanecido ingresado hasta que los médicos lo han valorado y le han entregado el reincorporación.
“Se nos hizo sempiterno, el bebé estaba cerúleo”
Los policías han relatado los angustiosos momentos al medio anteriormente mencionado y señalan que se les hizo sempiterno: “el bebé estaba cerúleo, no respondía, mi compañero y yo nos mirábamos y cuando lloró, fue una alegría increíble. Los padres lloraban además de placer. Nos pusimos todos muy contentos”, relata.
Uno de los protagonistas señala que es de valorar la buena coordinación entre los participantes de emergencias así como la formación que han recibido y les permitió aprender cómo comportarse: “Fue muy adecuadamente con SOS Navarra, además con las nociones que teníamos sobre reanimación de bebés. Es verdad que paradas en personas adultas me habían tocado ayer, pero nunca en un bebé y la forma de realizar la reanimación es muy diferente, más complicada con ese cuerpo tan pequeño”. Ahora, los agentes se alivian de que todo saliera adecuadamente y recuerdan ese día con un final adecuado.
La asfixia en bebés recién nacidos: más global de lo que se cree
La Asociación Española de Pediatría asegura que un 10% de todos los recién nacidos necesitan a lo abundante de sus primeros meses de vida, alguna maniobra de estabilización para iniciar el lloro de una guisa regular. “La asfixia al salida representa un problema importante a nivel mundial ya que puede producir en el recién nacido la asesinato o secuelas graves. El European Resuscitation Council (ERC) y el International Liaison Committee on Resuscitation han señalado una serie de recomendaciones de reanimación: uso de espacio u oxígeno al 100% en salas de partos, dosis y ruta de dependencia de adrenalina, función en caso de licor amniótico meconial, control de la temperatura, etc.
Algunas de las actuaciones que se deben ejecutar frente a estos sucesos son: dormir al bebé boca debajo, a lo abundante de su valedor, sostener el pecho del bebé en su mano y la mandíbula con sus dedos, suministrar la inicio del bebé apuntando alrededor de debajo, a un nivel más bajo que el cuerpo y dar hasta cinco golpes fuertes y rápidos entre los omoplatos del pequeño. Para esto, lo mejor es usar la cojín de la palma de la mano soberano. Si esto no funciona, darle la reverso al bebé boca hacia lo alto, usar el regazo o el muslo como soporte y apoyar ahí la inicio, posteriormente colocar dos dedos en la medio del esternón, adaptado por debajo del pecho y aplicar 5 compresiones rápidas alrededor de debajo, hundiendo el pecho hasta un tercio de la medio de su profundidad. A posteriori, dar 5 golpes en la espalda seguidos de 5 compresiones pectorales. Si no funciona, realizar boca a boca y compresiones cardíacas hasta que el bebé recupere la respiración.
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