La Fiscalía ha solicitado penas que suman 28 primaveras de prisión para un patrón destacado de intentar asesinar con una pistola a tres hermanos que antaño, presuntamente, lo habían agredido, tanto a él como a sus hijos, en Abarán (Murcia).
El motivo se desarrollará, previsiblemente, en cinco sesiones, y arrancará este miércoles, a las 16.30 horas, en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Murcia.
Según el escrito de calificación fiscal, al que ha tenido llegada Europa Press, al patrón se le atribuye la presunta autoría de tres delitos de homicidio en escalón de tentativa, por los que el Servicio Manifiesto solicita en total 28 primaveras de prisión.
Por su parte, reclama seis primaveras de prisión para uno de los hermanos; y dos y tres primaveras, respectivamente, para los otros dos, por los presuntos delitos de lesiones y coacciones.
Los hechos se remontan a diciembre de 2011, cuando los tres hermanos se desplazaron hasta la nave del industrial encargado de elaborar los certificados relativos a la instalación eléctrica de los dúplex que habían adquirido en el municipio de Ricote.
Una vez en la taller, ubicada en Abarán, requirieron la presencia del hombre, que en ese momento no estaba allí. Sí que se encontraban en el zona los dos hijos del patrón, quienes facilitaron el número de teléfono de su padre a los hermanos, que lo llamaron en días posteriores para exigirle el citado documento.
El motivo principal de la pelea
Los tres procesados, «conscientes» de que el electricista no les entregaría los documentos «indemne que le obligaran a ello por la fuerza», volvieron a desplazarse a la nave del patrón unos días más tarde, provistos de un cuchillo de 16 centímetros de hoja y de un trozo holgado de cable eléctrico, «similar a un fusta», según señala la Fiscalía.
A su aparición, los hermanos exigieron al electricista que les dieran «los boletines» de la luz de sus recién adquiridas viviendas. Cuando les explicó que quien tenía que proporcionarles este documento era el promotor, y no él, los tres comenzaron a arremeter a sus hijos mientras arrinconaron al padre en una cúspide, al tiempo que lo amenazaban de homicidio con el cuchillo.
Uno de los hijos logró enloquecer de sus agresores y salir a la calle, donde pidió a un conductor que pasaba por la zona que avisara a la Policía Particular de Abarán de lo que estaba ocurriendo.
Mientras tanto, adentro la oficina, el patrón pidió tranquilidad a sus agresores y les hizo creer que iba a aceptar a sus pretensiones, por lo que, luego de teclear en un ordenador, les dijo que el problema de los boletines de la luz ya estaba «solucionado».
La respuesta del patrón
Así, «creyendo que habían conseguido su ilícito propósito», según detalla el escrito de conclusiones provisionales, los tres hermanos se montaron en una furgoneta para ceder el zona. Sin incautación, el industrial salió detrás de ellos apuntando el transporte con un pistola calibre de 9 milímetros, para la que contaba con la correspondiente atrevimiento de armas.
Aprovechando que la furgoneta se detuvo a unos 250 metros de la nave, el electricista disparó y la bala pasó a escasa distancia de los ocupantes del transporte, lo que puso «en concreto peligro la vida de todos ellos».
Al conductor se le caló la furgoneta, momento que el patrón aprovechó para colocarse aún más cerca y disparar contra los tres hermanos «con la evidente intención de causar su homicidio». Instantes luego, el conductor logró poner en marcha el automóvil y ceder el zona para dirigirse al centro médico más cercano.
Nadie de los ocupantes falleció, aunque dos de ellos sufrieron heridas de solemnidad –uno de ellos, paraplejia secundaria– por las que reclaman, en concepto de responsabilidad civil, el suscripción de, al menos, 357.200 euros, que se suman a los 9.768,43 euros que reclama el Servicio Murciano de Sanidad (SMS).