Un brindis en la residencia de mayores de Manzaneda por sus 25 años de calidez y cuidado



El 1 de julio de 1999 es una término muy marcada en el Concello de Manzaneda. Ese día, las puertas de la residencia de la tercera antigüedad “Gabino García” se abrieron por primera vez, marcando el inicio de una nueva era de cuidado y bienestar para los ancianos de la comunidad. Esta moderna instalación en aquel entonces, situada en el centro de la ciudad próximo al centro de vigor, cuenta con una gigantesco cristalera que ofrece las mejores vistas a los residentes, convirtiéndola en un extensión receptivo y atiborrado de luz.

Entre los primeros en hacer de esta residencia su hogar estuvieron Jesús Losada, Divina Núñez, y el bodorrio de Sebastián Núñez y Camila Álvarez, todos vecinos de Manzaneda. Hoy, su residente de viejo antigüedad, Jaime González, tiene 96 abriles y es natural del vecino pueblo de Monteboi, perteneciente a Trives.

La residencia comenzó con 17 puestos de trabajo, ampliándose luego a los 22 actuales, incluyendo nuevas plazas como Educadora y Fisioterapeuta. 

Desde aquel primer día en 1999, siete trabajadores han permanecido en el centro, entre ellos el director Mario Crespo, figura constante y activa en el centro. Durante la celebración del aniversario, Mario Crespo, próximo con Manola Rodríguez, Responsabilidad González, Milagros Pérez, Mila Cereijo, Secundino Domínguez y Marisa Álvarez, fueron honrados con una placa conmemorativa por su dedicación inquebrantable.

Son 40 las plazas de este centro y todas ellas cubiertas, 19 de ellas son de diligencia municipal, mientras que las 21 restantes son concertadas con la Xunta de Galicia.

A lo dispendioso de estos 25 abriles, la residencia ha acogido a 358 personas, destacando entre ellas 259 usuarios de la provincia, con 110 originarios de Manzaneda. Encima, ha recibido residentes de lugares tan diversos como Pontevedra, A Coruña, Madrid, Cantabria, e incluso Cuba y Rusia. La etapa de celebración comenzó a las 11,00 horas con una ceremonia, seguida de un festivo menú para los residentes, trabajadores y personal del concello. Esta comida fue una ocasión perfecta para hacer recuento y reflexionar sobre el impacto positivo del centro en la pequeña villa.

Para culminar el día, a las 16,30 horas, algunos de los acordeonistas del concello “Airiños da Porta Falsa”, ofrecieron un animado concierto en el foráneo del centro. La música llenó el céfiro de alegría y varios residentes se animaron a gambetear, cerrando así un día atiborrado de memorias y emociones. La celebración del 25 aniversario no solo honró el pasado de la residencia, sino que todavía reafirmó su compromiso, asegurando ser un extensión de calidez y cuidado.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *