Más de 1.500 efectivos afrontan un verano con alto riesgo de incendios en Ourense


Con la venida del mes de julio comenzó el periodo de parada aventura de incendios en Galicia. Y esta temporada existe una singular preocupación por la situación de los montes. Ha sido una primavera lluviosa, y eso trajo como consecuencia un incremento en la manto vegetal de los montes, lo cual puede incrementar la virulencia de un fuego en caso de declararse si se da una situación de altas temperaturas y sequía. Otro de los puntos de preocupación reside en los perímetros de las aldeas y las fincas, algunas de las cuales permanecen sin desbrozar adecuado al desamparo o la imposibilidad de los concellos de averiguar a sus propietarios. 

Porque Ourense suele ser la provincia que más sufre los incendios forestales, de acuerdo con el Plan de Prevención y Defensa contra Incendios Forestales (Pladiga). De acuerdo al documento detallado por la Consellería de Medio Rural, la provincia registra 28 de las 40 parroquias que han sido declaradas de Adhesión Actividad Incendiaria (PAAI). Eso supone el 70% de estas unidades, a pesar de que este año, las parroquias de Requeixo (Chandrexa de Queixa) y Parada da Serra (A Gudiña) salían del lista, siendo sustituídas por las incluso ourensanas Santigoso (A Mezquita) y San Millao (Cualedro). Luciano Rivero, corregidor de Cualedro, adelantaba que en su municipio ya se encuentran preparados los efectivos de terminación, y al mismo tiempo recordaba que “Levamos dous anos bos, sen case arder”. Un alivio para uno de los concellos históricamente vinculados a las llamas, registrándose en su entorno más de 30 incios de incendio. Uno de los más activos, próximo a Monterrei y A Mezquita. Rivero esperaba que la incidencia ha disminuido “quizá polo tempo, quizá pola concienciación da xente”.

Principales causas de los incendios en Galicia.
Principales causas de los incendios en Galicia.

Otro punto donde existe preocupación es en la frontera con Portugal adecuado a los incendios que entran desde el país luso. Mari Carmen Yáñez, alcaldesa de Lobios, comentaba que “este ano hai moita vexetación porque a climatoloxía favoreceu o crecemento do monte”. En la zona fronteriza se le teme sobre todo a los fuegos declarados a última hora del día. “Se entra o lume a última hora da tarde, os medios aéreos non poden voar”, explica Yáñez, “e o lume é máis complicado de combatir”. Como medida de prevención, Lobios ultima un tesina de inserción de reses para controlar las masas forestales, que aún no se ha puesto en marcha. “Partimos do principio de que o monte non arde se hai gando nel”, afirma Yáñez.

Una término negra

Este 2024, el dispositivo contra incencios que preparan desde la Xunta integra a 1.519 efectivos, a los que hay que sumar las brigadas municipales que se están constituyendo durante estos días. Corresponderá a ellos guardar una provincia donde se registraron el 51% de los grandes incendios de la última término, con una media de 1.552,6 hectáreas quemadas. Eso supone el 18,4% de la superficie provincial, casi el cuádruple que Lugo, la otra provincia gallega históricamente castigada por los incendios, 20.000 hectáreas quemadas  más que la suma de la superficie afectada en las otras tres provincias.  Los datos del Pladiga determinan, adicionalmente, que el 78, 23% de esos incendios fueron de origen intencionado, a mucha distancia que los originados por una negligencia o por causas naturales, que tan pronto como superan el 3,05 y 3,47% del total respectivamente.

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