Nuevo, y cotilla, medio de transporte en Barcelona. Los vecinos tienen a su disposición y desde este jueves el Bus Náutico, una embarcación con la que hacer sus conexiones por los barrios marítimos. Golondrinas y embarcaciones privadas de locación a cuadrilla, se alcahuetería del primer transporte conocido naval que tendrá la haber catalana.
El Bus Náutico, que empieza a ejecutar este jueves, contará con dos catamaranes que funcionarán prácticamente durante todo el día y que destacan por ser eléctricos y contar con placas fotovoltaicas que se encargarán de gestar el 40% del consumo de los barcos. Estos, de hecho, tendrán una autonomía de servicio de 8 horas ininterrumpidas.
Uno de ellos (Eocat dos, de 11,90 metros de eslora) tiene capacidad para 56 pasajeros y el otro (Eocat tres, de 14,70 metros de eslora) es más vasto y permite transportar a hasta 84 viajeros en sus dos plantas. Están operados por Alsa, que ganó un concurso para dirigir el servicio y que en cuatro meses, ha preparado su puesta en marcha.
Rutas y precios
El Bus Náutico unirá los muelles de Drassanes, al costado de la estatua de Colon, y Llevant, que está contiguo al Hotel W, y tendrá una frecuencia de paso de entre 15 y 30 minutos. El trayecto dura unos 10 minutos, que se realizarán 100% con energía solar: los catamaranes se podrán trabar a la electricidad en el terminal de Llevant.
El precio por alucinación será de 1,9 euros, una tarifa que los responsables destacan que es más económica que la de un billete de bus y que incentivará su uso. Los usuarios podrán comprar además un billete de ida y revés, abonos de 10 viajes o billetes de 2 a 30 días de uso. Por otra parte, habrá descuentos especiales para niños, jóvenes y personas mayores aunque este sistema no está integrado con el resto de transportes de la ciudad.
«El Bus Náutico no deja de ser una extensión» de las obras de La Rambla y Via Laietana, ha destacado esta misma semana el corregidor de Barcelona, Jaume Collboni, que defiende el plan como una importante progreso para el distrito de Ciutat Vella y sus vecinos.
El plan, de hecho, no preveía una puesta en marcha tan repentina pero la próxima celebración de la Copa América de Vela, a finales de agosto, ha fomentado su activación. Los principales beneficiados serán los empleados de la zona y los visitantes de las infraestructuras.