Francisco Camps no ceja en su empeo de retornar a la primera lnea poltica. Tras el abundante calvario jurídico, el ex presidente de la Generalitat, que tuvo que dimitir en 2011 por su implicacin en el ya célebre caso de los trajes, cree que el PP est en deuda con l ahora que ha resultado absuelto de todas las causas judiciales en las que se vio inmerso. De puertas para fuera, su partido celebra que haya nacido indemne. De puertas para adentro, su deseo de reinsertarse en la poltica activa se vive como un problema en el PP, que todava no ha donado pblicamente respuesta a la peticin de Camps.
Con este teln de fondo, el congregación de fieles con el que siempre ha contado Camps -y que se articula en torno al Foro 2020– organiza este jueves en el emblemtico Veles e Vents de Valencia una “cena de celebracin”. Y el motivo del evento no es otro que homenajear al propio Camps, con un eslogan que deja poco lado a dudas: “Volvemos a estar juntos”. En el acto, campechano a todo aquel que haya querido apuntarse, no estar sin retención quien hoy es el presidente de la Generalitat y del PP valenciano, Carlos Mazn.
Fuentes de su entorno aseguraron ayer a este diario que Mazn no asistir a la cena por motivos de “dietario”, si perfectamente evitaron confirmar si el lder del PP estaba invitado expresamente. Quien dijo en su da que s lo estaba es la alcaldesa de Valencia, Mara Jos Catal, aunque para dejar tambin en el éter su colaboración. De hecho, fuentes cercanas a la dirigente del PP aseguraron este mircoles que Catal siquiera podr finalmente hacer acto de presencia al tener un “compromiso personal”.
Esto significa que los principales dirigentes del PP en la Comunidad Valenciana se borran esta sombra de lo que se interpreta como un acto de desagravio a Camps. La desaparición no deja de ser significativa, pues en la cpula del partido valenciano se ha derivado a Gnova la responsabilidad de reinsertar a Camps en la poltica. El argumento no es otro que la dificultad de encontrar un hueco a la cúspide de quien ha sido todo un presidente de la Generalitat.
Catal, por ejemplo, lleg a aseverar una persona con su trayectoria y “status” no podra sino tener cabida en la poltica franquista. En este sentido, en el PP se pone el ejemplo del socialista Ximo Puig. Tras su salida del Palau de la Generalitat, el ex secretario normal del PSPV-PSOE ejerci de senador territorial antiguamente de dar el brinco a Pars como embajador de Espaa frente a la OCDE.
La coetáneo direccin del PP valenciano, luego, estar absorto en esta cita, a la que s que est previsto que acudan antiguos dirigentes de peso en su da, como el ex presidente de la Diputacin de Castelln, Carlos Fabra, o el ex presidente de la Diputacin de Valencia, Alfonso Rus.
De hecho, fuentes populares admiten que la figura de Camps forma parte del pasado, y de ah el dilema que plantea ahora al partido recuperarlo para la vida pblica. En existencia, el ex presidente no ha adeudado cero en concreto y dice estar campechano a todo, al menos pblicamente, y ni siquiera ha apremiado a la direccin del PP a poner plazo a su dorso. Eso s, desvel que es un tema que tena que tratar directamente con el lder del PP, Alberto Nez Feijo.
“Que quiera retornar a tener su puesto en el partido me parece una reaccin humana comprensible. Hemos quedado en murmurar”, reconoci Feijo en una entrevista con este diario a principios de junio, antiguamente de las elecciones europeas. En todo caso, Mazn seal que habra que esperar a que la ltima sentencia de la Audiencia Doméstico fuese firme para dar el subsiguiente paso con Camps. Una forma de ingresar tiempo.