El San Juan Evangelista de Juan de Mesa genera interés, pero no se vende


Generó interés en algún participante en la subasta, pero finalmente no se ha vendido. Por el San Juan Evangelista, del imaginero cordobés Juan de Mesa, se ofreció un precio inferior a los 20.000 euros y 30.000 euros de estimación auténtico, y no hubo operación.

Fue durante la subasta ‘Maestros virreinales. Alegorías, leyendas y santidades’ de La Suite en Barcelona, el pasado 27 de junio. Esta escultura en madera tallada, dorada y policromada formaba parte del porción número 12.

Fuentes de la casa informan a torrevieja news today de que hubo un interesado con una ofrecimiento inferior a la monograma auténtico, pero no se ha producido liquidación alguna. La imagen de San Juan Evangelista tiene unas medidas de 92,5 centímetros por 44 y 41, y pertenece a la primera época artística de Juan de Mesa.


Primer plano del rostro de San Juan


LA SUITE

Ya en el año 2021 esta misma imagen formaba parte de una subasta en La Suite, pero su dueño la retiró poco antiguamente de celebrarse. En esa etapa estaba en manos de un coleccionista particular de España. Ayer, en 2015 incluso se intentó subastar.

El nombre de Juan de Mesa comienza a estar en su meritorio motivo como imaginero en el Barroco en la Historia del Arte y incluso en el mercado. Autor del Señor del Gran Poder de Sevilla y de las Angustias de Córdoba, entre otras obras magistrales, no siempre gozó de auge. Nació en Córdoba en 1583 y murió en Sevilla en 1627.

La escultura del San Juan Evangelista, de talla completa y situada sobre una colchoneta, tiene a los pies figura el perpicaz, el símbolo que lo identifica como autor de los Evangelios.

La casa de subastas La Suite explicaba en la ficha de la obra que «hasta el redescubrimiento de nuestro imaginero a finales del siglo XIX por el historiador sevillano José Rojo y Carballo, que le atribuyó una obra, el nombre de Mesa no fue mencionado durante más de dos siglos y medio».

Sus creaciones fueron atribuidas erróneamente a su avezado, Juan Martínez Rústico, oportuno a su «calidad indiscutible». En el siglo XX salieron a la luz documentos que ayudaron a conocer más sobre su vida y obra.

Hay constancia escrita de que recibió el sacramento en la iglesia de San Pedro en 1583 y que no se unió al taller del que terminó siendo su avezado hasta 1606. El arreglo de estudios se hizo oficial en 1607.

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