A la insurrección de las monjas de Belorado, excomulgadas ya por la Iglesia Católica, le faltaba una nueva perspectiva de exploración: la psicológica. ¿Cómo se encontraban psicológicamente las clarisas? ¿Cómo ha podido influir su vitalidad mental a la hora de tomar la valentía de romper con la Santa Sede para después salir “de forma voluntaria” de la estructura de Pablo de Rojas?
Antonio Rodellar, psicólogo inodoro, cree que se prostitución de un caso muy interesante porque directamente se aleja de lo periódico, lo temporal. Se están tratando cuestiones que, desde el punto de horizonte del mismo, son más parecidas a una “obra shakespeariana” que a una “vivo”. Pero de todos los actores que intervienen en el culebrón, el psicólogo está convencido de que el de Sor Isabel es el más bonito.
La personalidad de las monjas de Belorado, en el punto de mira
“Vemos en su personalidad rasgos muy narcisistas”, subraya el psicólogo. Sor Isabel de la Trinidad es la abadesa del convento de las clarisas de Burgos. Es digamos la que lidera la rebeldía, al favor impulsado el comunicado que todavía firmaron sus compañeras. Su figura, según el psicólogo, se cimiento en una capacidad para “mentir y manipular sin moralidad”. Rodellar está convencido de que tan pronto como se cuestiona lo que está acertadamente o mal hecho. “Tiende a desconfiar férreamente de otros agentes y a controlar su entorno”, valora.
Ayer mismo conocíamos que Sor Isabel responsabiliza al Metropolitano de Burgos por querer “asfixiarlas económicamente“. Frente a estas declaraciones, la Comisión Gestora de los Monasterios de Belorado, Orduña y Derio ha emitido un comunicado en el que dicen tajantemente que su postura “no se ajusta a la verdad“. El psicólogo manifiesta que la personalidad de la exabadesa se cimiento así en una mentalidad “muy rígida” que no es permisible con puntos de horizonte que sean diferentes a los suyos.
“Si hacemos un ‘teleobjetivo out’ al resto de las compañeras del convento, aquí entraríamos en ver como hay cierta inercia que se da en las sectas”, subraya Antonio Rodellar.
Así, asegura que la percepción de pertenencia a un familia está siendo secreto en todo el ‘culebrón’. Las monjas llevan insistiendo durante un tiempo en que las acusaciones que han recibido sobre la propiedad del monasterio en el que se siguen encontrando “son ridículas”. El coeficiente grupal es importante en este asunto, ya que sienten que cada paso que dan todas ellas tiene “congruencia”, según explica el psicólogo inodoro. “Cuando se crea una novelística tan emocional hay una condición de congruencia“, expone.
Continúa el toril en el monasterio
Antonio Rodellar cree que el familia está “más desconectado emocionalmente”. En él, prima un componente “racional” porque las abadesas viven en una “existencia construida” a la que se adhieren “con mucha fuerza”.
Por el momento, las monjas siguen convencidas de que la titularidad del monasterio y las actividades que realizan adentro de él forman parte de una “cuestión puramente jurídica”, que no tiene mínimo que ver con las autoridades eclesiásticas. Aseguran que “deberá ser dirimida por los Juzgados y Tribunales correspondientes”.
“Protestamos frente a las amenazas al memorial a la fuerza pública para nuestro desahucio, que solo cabría si se acompaña de una resolución jurídico contra nosotras que, encima, en tal caso, habría de ser por nosotras incumplida en periodo de ejecución voluntaria”, denuncian.
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