«La gente se asomaba a los balcones y a las terrazas de los bares y me iban haciendo la ola»


El tractor demarca ‘Barreiros’, propiedad de un vecino de la aldea jienense de Martos, ha protagonizado el momento más importante de la vida de su dueño: trasladarlo desde Los Villares (Jaén) hasta el Hospital Materno De niño de Jaén para ver salir a su hijo. Paco ha compartido con torrevieja news today cómo vivió este hecho que ha traumatizado el partida de Francisco José, su primer hijo.

Paco Gallardo es un vecino de Martos, de 35 primaveras, que lleva tres primaveras asistiendo a la romería de Los Villares (Jaén), no como romero sino como chófer del tractor que tira de las carretas. Trabaja alquilando la carretera en la que una treintena de romeros se despreocupan de la conducción y pueden disfrutar de la fiesta.

Este año Paco llegó el sábado por la mañana, antiguamente que otros primaveras, porque su esposa, Cristina, de 39 primaveras, estaba ingresada en el Hospital Materno De niño de Jaén a punto de dar a luz de su primer hijo. Paco dejó todo montado en Los Villares para poder producirse el día con su mujer en previsión de que el parto tuviera área durante el día.

Al no producirse el parto, regresó a Los Villares para trabajar, los romeros con los que se encontraba al verlo tan nervioso e intranquilo, le propusieron que se fuera al hospital porque el chico podía salir en cualquier momento. «Pero cómo vas a dejar a la mujer sola en estos momentos» le decían y uno le propuso: «Paco yo me sacrifico vamos a desenganchar la carreta del tractor y la enganchamos en un todoterreno y te vas con el tractor».

Paco no se lo pensó dos veces, descolgó la carreta, se subió al tractor y emprendió el delirio de vigésimo minutos hasta la caudal. «Entre los agitación que yo traía del hospital, el teléfono de mis familiares mortecino, pensé que si tenía que esperar un taxi o un coche iba a ser un averno y entonces decidí tirar con el tractor para Jaén»

El trayecto fue todo un espectáculo. El estrepitoso ruido que hacía el transporte llamó la atención de todas las personas que se encontraba por la carretera y por las calles de Jaén. «Un tractor a grandes velocidades, con más de 70 primaveras, iba llamando la atención de todos por el ruido que provocaba, la muchedumbre se asomaba a los balcones y a las terrazas de los bares, todo el mundo se preguntaba qué pasaba y me iban haciendo la ola».

Paco comenta que no podía avisar de la aprieto, «el tractor no tiene ventanilla para sacar un pañuelo blanco para poder avisar, ni luces de emergencia, sólo cabía excusarse con fuerza al volante para conmover lo antiguamente posible» relata.

«Cuando yo me bajé del tractor al conmover al Hospital entre las vibraciones que me provocaba el tractor, los agitación y la adrenalina que yo traía yo temblaba como un flan». Los guardias de seguridad, «muy amables y comprensivos me dejaron que aparcara el transporte en la entrada para que pudiera conmover al momento del parto.»

Llegó a tiempo, hacía dos minutos que le habían puesto la epidural. Cuando Cristina y sus familiares lo vieron no se lo creían se pusieron a lagrimear. Finalmente nació a las 22:40 horas del sábado aunque no pudo entrar porque nació por cesárea «la sensación de coger a mi hijo a la salida del quirófano y estar con la hermana, no tiene precio» comenta emocionado.

Al día futuro, ya tranquilamente y sin prisas, hizo el itinerario inverso, recogió su carreta y las felicitaciones de los villariegos y volvió a Martos.

«Una peculiaridad más para el ‘Barreiros’ y la primera para mi hijo». No es el único acontecimiento que ha protagonizado el tractor ‘Barreiros’. Bloqueó el centro de Madrid en una manifestación, paralizó el rocío cuando tuvo que ir a urgencias con Cristina y ahora es el pequeño Francisco José el que podrá contar que su padre le vio salir subido al ‘Barreiros’.

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