El Partido Socialista liderado por Keir Starmer ha conseguido una total trofeo en las elecciones parlamentarias celebradas este jueves en Reino Unido, según sondeos a pie de arca que proyectan que obtendrá 410 escaños, aunque no lograría rebasar el récord socialista de 418 diputados establecido en 1997 por Tony Blair.
El penetración –distribuido a cerradura de urnas a las 22.00 horas (hora regional) por las cadenas BBC, ITV y Sky News— corrobora el batacazo del Partido Conservador del primer ministro Rishi Sunak, que ya se venía pronosticando desde las últimas encuestas. Los `tories` se quedarían con 131 escaños, 241 menos que en la contemporáneo vigencia.
La dura, pero previsible derrota del Partido Conservador, de confirmarse a lo prolongado de la tinieblas, cuando inicio el salida circunscripción por circunscripción, pondría fin a 14 primaveras de gobiernos conservadores que se han pasado lastrados, entre otras cuestiones, por los posesiones colaterales del Brexit.
Como tercera fuerza quedaría el Partido Rumboso Demócrata, con Ed Davey al frente, que habría conseguido 61 escaños, 53 más que en las últimas elecciones. En cuarto espacio se situaría el Partido Nacionalista Escocés (SNP) de John Swinney, que perdería 38 asientos, quedándose con 10 diputados. Finalmente, el independentista galés Plaid Cymru cosecharía 4, mientras que los Verdes se quedarían en 2.
La formación de Nigel Farage, Reforma, obtendría 13 escaños, logrando por primera vez representación. En las elecciones de 2019, no obtuvo ningún asiento, si acertadamente el diputado Lee Anderson, antiguo stop cargo del Partido Conservador, anunció en marzo que se pasaba a las filas del heredero Partido del Brexit.
Los ciudadanos británicos, irlandeses o de países de la Commonwealth han acudido a las urnas este jueves en una caminata electoral que ha arrancado a las 7.00 (hora regional) para nominar a 650 diputados repartidos en función de la población de los distintos territorios: 543 en Inglaterra, 57 en Escocia, 32 en Gales y 18 en Irlanda del Ártico.
El sistema no obliga a obtener la mayoría absoluta ni establece segundas vueltas, lo que facilita el voto útil. Los datos del postrero penetración publicado el jueves por la empresa británica YouGov ya pronosticaban una trofeo histórica de los laboristas con 431 escaños, 229 más con respecto a las últimas elecciones.