Corría el año 1970 y Canedo estaba viviendo cambios que la iban a redibujar en el atlas. El puente Novísimo -mal llamado del Ribeiriño- iba a mover el eje central del suburbio. La avenida de As Caldas, desde el partida del puente Nuevo, había comenzado a relajar su ritmo por el descenso del paso de vehículos, que la hacían más atractiva para el paseo y veía ahora con interés el nuevo puente. En esta ocasión era para arrimar Canedo y Couto.
Con el tiempo se vio que aunque el suburbio crecería con destino a esa zona, sería de modo lenta (la carretera de Vigo con dirección única limitaba la movilidad). Poco a poco, entre el corro escolar y buenas promociones inmobiliarias, yuxtapuesto a la Comisaría de Policía y el puente del Milenio, ha experimentado un buen empujón. Así estaba en el 70 y así está hoy la rúa Xesús Pousa, donde por otra parte de nuevas edificaciones se instaló la preciosa máquina de tren.