Ingenieros y el propio conurbano explican los retos que vive la red cuando hay tormentas
Aunque con las precipitaciones tan frecuentes que se han producido en las últimas semanas, muchos madrileños se preguntan si esto tiene solución, sintiéndose en una especie de dia de la marmota en el que siempre parece suceder lo mismo.
“La lluvia que cae en las calles acaba llegando a las rejas por las que baja hasta la depuradora. Pero cuando cae en los túneles del Metro, en los sótanos o en los garajes hay que bombearla. Y Si llueve más de la capacidad de esa bomba para sacar el agua se inunda”, comienza explicando Sergio Zubelzu, catedrático de Hidráulica, Hidrología y Riegos de la Universidad Politécnica de Madrid, también versado en drenaje urbano.
Para Zubelzu, el sistema de drenaje de la ciudad, como el de cualquier infraestructura, tiene un límite marcado. “Cuando llega una tormenta, de esas que pasan una vez cada muchos años, que supera la magnitud prevista, damos por hecho que estamos inundados. No se pueden diseñar tuberías lo suficientemente grandes para poder tragar cualquier tormenta”, explica el profesor de la Politécnica.
De ahí escenas como las que se produjeron el pasado mes de diciembre, cuando la estación del Banco de España quedó completamente inundada. El agua fluía escaleras abajo, como si fuera una cascada. alcanzando las máquinas expendedoras de billetes y otras infraestructuras.
O las vistas del interior de otras paradas, donde Los usuarios, paraguas en mano, esperaban bajo una lluvia interior la llegada de tu metro. “En estos casos puede deberse a que el agua entre por algún agujero existente, ya sea por las propias estaciones o por grandes huecos, quizás de alguna obra cercana”, remarca Zubelzu.
Preguntado por este periódico, Metro de Madrid explicó que “en los últimos años, debido a la virulencia de las lluvias, estos episodios han aumentado más“, así como las incidencias. Y profundizan en los diferentes motivos por los que se producen acumulaciones de agua en su red. El principal: el incapacidad para absorber agua de las instalaciones circundantescuya consecuencia es que la infraestructura suburbana se resiente al ubicarse en cotas más bajas (algo que ocurre, en mayor medida, en las estaciones que se ubican geográficamente en puntos bajos de la ciudad).
“En estos casos, tanto los accesos a las estaciones como los pozos de ventilación funcionan como grandes colectores del caudal que circula por las calles, de modo que el agua acaba en los túneles del Metro”, explican, al mismo tiempo. vez que valoren que estamos ante “episodios muy concretos” derivados de la “fuertes lluvias en un corto período de tiempoY añaden que, gracias a sus sistemas de vías y pozos de drenaje, el servicio de la red se normaliza “en el menor tiempo posible”.
Otro motivo que puede facilitar estas inundaciones, según el suburbano, radica en aquellas estaciones situadas junto a parques o jardines. En ellos, las lluvias pueden transportar arena o tierra que, al llegar a la red, provocan mayor dificultad en el funcionamiento de los sistemas de evacuación de agua.
Consciente de todo ello, Metro de Madrid cuenta con un Plan de Acción para hacer frente a las incidencias meteorológicas. Además, informan, realizan una “revisión periódica y limpieza de pozos de bombas de aguas pluvialess, fosas y desagües, así como el estado de los túneles y pozos de ventilación”.