Los pisos turísticos son ya un millar en la provincia de Ourense



Las viviendas de uso turístico (VUT) y las viviendas turísticas -hay una diferencia técnica- experimentan un momento de expansión en la provincia. A 1 de julio, ya se contaban 996 inmuebles destinados a estos usos, el techo histórico de la geodesía ourensana. Son 167 más que en julio de 2023.

Dos de cada cinco viviendas turísticas están en la ciudad, donde su número es cada vez longevo y ya se sitúa en torno a de los 400. Para ser más exactos, existen 398 inmuebles destinados a los visitantes adentro del término municipal de Ourense.

Con el foco puesto en la metrópoli, este tipo de viviendas crecieron un 19% en comparación con julio de 2023. Es más: se triplicaron desde el julio preparatorio a la pandemia, el de 2019, hace cinco primaveras.

El Casco Vello es la zona donde más pisos turísticos hay: concentran uno de cada cuatro del total. Hay un centenar de inmuebles de este tipo. Destacan, entre otras, dos calles: la Rúa da Lúa (11 VUT) y Hernán Cortés (10 VUT). El sur del Casco Vello, una zona desertizada, con escasamente negocios y salpicada de edificios ruinosos, cuenta con 38 viviendas turísticas.

Si aceptablemente el circuito histórico de Ourense es el dominio con longevo proliferación de pisos turísticos, los vecinos de la longevo parte de la ciudad conviven con sus usuarios. Existen en lugares poco caracterizados por el turismo, por lo menos anticipadamente. Por ejemplo, A Cuña o Barrocás. Incluso el rural recibe visitantes: hay VUT en Untes, Arrabaldo, Vilar de Astrés o Regoalde, entre otros.

Tal es la difusión de las VUT en la cabezal provincial, que está paliando la escasez de plazas de la hostelería. Los pisos turísticos ofrecen alojamiento suficiente para 1.874 personas, mientras que el resto de hospedajes -hoteles, pensiones, albergues…- solo pueden absorber 1.532 visitantes. En el posterior año, la capacidad de las VUT se incrementó en 300 plazas.

Ribadavia, en vanguardia

Si se obvia la macrocefalia de la ciudad, Ribadavia es la billete con más viviendas turísticas, con 63 alojamientos. Allariz además destaca en el lista, con 52. La Ribeira Sacra costal músculo en cuanto a presencia de este tipo de establecimientos: Nogueira de Ramuín tiene 34; Castro Caldelas, 29; O Pereiro de Aguiar, 25; A Teixeira, 21, y Montederramo, 13, entre otros.

“No queremos ser conejillos de indias, es proclamar por proclamar”

El Gobierno está ultimando una nueva regulación para restringir los alquileres temporales y los pisos turísticos con el objetivo de atracar el problema de la vivienda. Sin requisa, los propietarios ourensanos, al igual que los del resto de la comunidad, desconfían de estos cambios. “No queremos ser conejillos de indias”, clama Dulcinea Aguín, presidenta de la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga).

Aguín cree que esto es “proclamar por proclamar” y afirma que la última Ley de Vivienda “lo único que hizo fue incrementar el registro de los pisos turísticos” oportuno a la incertidumbre que causó entre los propietarios. En este sentido, lamenta que la opinión pública se centre tanto en ellos: “Hay un parque inmobiliario muy amplio y vano”. Aguín cifró en más de 14.500 las viviendas vacías en la ciudad.

La presidenta de Aviturga resalta el impacto socioeconómico de las viviendas turísticas, especialmente en el rural: “Hay zonas que estaban muertas y se han restaurado”. Adicionalmente, menciona que mientras un hotel puede tener una central de compras, los propietarios de las VUT recurren a servicios locales -albañiles, carpinteros, electricistas- y recomiendan otros -panaderías, restaurantes…- a los huéspedes.

“Es un mantra interesado”, opina Aguín, que ardor a no simplificar el problema de la vivienda, citando otras causas. “No se está hablando de que no se pone suelo manifiesto”, menciona, como la elevada burocracia para construir o la dificultad de camino al crédito.

Atlas por Concellos

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