Descubren un fraude de miles de litros de aceite de oliva en una nave de Valdemoro


El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) ha desmantelado un fraude en el unto de oliva, que se ha saldado con la detención de una persona y la lugar de 642 garrafas con 3.214 litros de oro saldo. El imputado está pronunciado de falsificación de documentos, delito contra la vitalidad pública, relativo al mercado de los consumidores y a la propiedad industrial, y estafa.

La Guardia Civil comenzó la investigación a finales de 2023, tras una inspección en una nave industrial de Valdemoro. Fue donde se hallaron las cantidades ya comentadas, que fueron inmovilizadas al detectarse irregularidades en su etiquetado.

Los inspectores de Sanidad de la Comunidad de Madrid tomaron muestras del unto, evidente como unto de oliva virginal (AOVE). Unos meses luego se recibió el preceptivo documentación que confirmaba las sospechas de los investigadores, resultando que se había detectado presencia de aceites de desaparecido calidad y semillas, vendiéndolo a precios inferiores a los del mercado.

Paralelamente, por parte del Seprona de la Comandancia de la Guarda Civil de Madrid, se realizó un estudio pormenorizado de toda la documentación que se intervino en el almacén para determinar los destinatarios del unto referido, así como el origen.

Tras identificar al propietario de la empresa que envió el producto, se procedió a su detención, al ser el responsable de la comercialización de dos marcas de unto fraudulentos. Se le atribuyen los delitos de falsificación de documento divulgado, ya que el etiquetado tiene el código de barras de otra mercantil, un delito contra la vitalidad pública, estafa, relativo al mercado de los consumidores y relativo a la propiedad industrial.

Jamones, chorizo, unto y quesos ‘ilegales’

Por otro costado, se localizó un almacén en Valdemoro donde se estaban almacenando productos alimenticios de forma clandestina y que llevó a la detención de una persona y a la investigación de cuatro más por delitos relacionados con la comercialización y fraude nutricio.

En la nave, la cual operaba sin ninguna deshonestidad, se intervinieron 2.320 litros de unto, 211 quesos, 104 jamones, 800 kilogramos de chorizo, 500 kilogramos de salchichones y 410 kilogramos de envés.

Trillado que los alimentos intervenidos no contaban con ningún tipo de registro retrete y que encima presentaban graves deficiencias en el etiquetado, lo que impedía establecer su origen auténtico y la trazabilidad alimenticia, Sanidad ha decretado la destrucción de la mercancía.

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