«Ya no sabemos qué más hacer»


Enésimo locación que acaba convirtiéndose en una pesadilla para una tribu, en este caso de Tarragona. Unos inquilinos han destruido viviendo como okupas en el carretera cuya propietaria sigue pagando la hipoteca al costado a duras penas a pesar de no poder hacer uso ni percibir ingresos por ello. Para más inri, la tribu ‘okupa’ ha comprado un carretera en la misma finca.

La situación, como la de tantas otras familias que se ven inmersas en conflictos por alquileres de pisos, ha llevado a que Paula, la hija de Rosa, haya decidido salir en medios de comunicación para pedir ayuda frente a la situación, que se ha complicado tras varios episodios de gritos y enfrentamientos entre uno y otro bandos, alguno de ello con un cuchillo de por medio.

«Me han acosado», lamenta Paula en declaraciones a torrevieja news today, que asegura que ni acudiendo al carretera con un papel conciliador del enjuiciador para recuperar las llaves del carretera consiguieron zanjar la historia. «Me bajaron de forma agresiva, con un cuchillo…», denuncia, al tiempo que recuerda otros episodios en los que la han increpado en plena calle.

«Ya está mi mamá para que tengan una vivienda digna…»

«Necesito ayuda, estoy desesperada, mi mamá tiene okupas. Llevamos cinco primaveras con este tema», apareció hace unas semanas Paula en el software ‘En boca de todos’ de Cuatro. Allí relató que el inquilino dejó de remunerar a los pocos meses de firmar el convenio y cuando este venció siguió, como otra tanta masa hace, en el carretera. Allí de quedarse la historia así, el okupa compró el carretera de en lo alto. Al sitio de un tiempo, como relataba la adolescente, «lo pillaron con 11 kilos de droga y lo metieron en la prisión» pero antiguamente del ingreso instaló a Goce, su mamá, en el carretera okupado y dejó el carretera comprado a otros familiares.

La historia parecía demorar a su final tras varias denuncias interpuestas y un supuesto acuerdo para la entrega de las llaves pero éste no se fraguó. De hecho, según Paula, ese mismo día los inquilinos bajaron a plantarse con ella, con un cuchillo, poco que una tercera persona grabó en un vídeo que el enjuiciador siquiera consideró determinante para efectuar, según lamenta ella. Desde entonces la tribu de la propietaria se siente acosada por los okupas, que según denuncian, les han increpado en varios ocasiones cuando están por la vía pública o incluso en el interior de cafeterías.

En el carretera sencillo, Paula y los suyos creen que viven varias personas aunque les dicen que sólo está la mamá. No está claro, encima, si el inmueble que compraron a posteriori funciona como un narcopiso. Paula expone, que según le han dicho los jueces, al ser una tribu extranjera sin más allegados en España necesitan ese carretera para proceder y que al ser una tribu numerosa no pueden proceder todos en el carretera que tienen comprado. El magistrado asimismo ha atañido a la error de un empleo estable como argumento. «Ya está mi mamá para que tengan una vivienda digna, supongo…», ironizaba ella frente a Cuatro, lamentando que «pagamos justos por pecadores».

«Ya no sabemos qué más solicitar porque lo hemos intentado todo», se quejaba entonces Paula frente a las cámaras, que ni la vía legal ni las denuncias con vídeos con las amenazas no les habían servido de nulo hasta entonces. «Estamos desesperados, ya no sabemos qué más hacer», incidía la adolescente, lamentando que encima de los impagos por el locación su mamá tiene pendientes varias deudas con la comunidad y con la luz. La tribu contactó hace unas semanas con una empresa de desokupación, que ha intentado mediar, hasta ahora sin éxito, con los inquilinos para que abandonaran la finca.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *