¿Qué tienen en popular, por otra parte de parte del nombre, ‘Los Nikis de la Pradera’ y ‘Los Nikis’, aquella costado madrileña de punk alborotador de los ochenta que consiguió ser número 1 de Los 40 con su mítico hit ‘El imperio contraataca’? Primero, a Joaquín Rodríguez, Rafa Coleta y Arturo Pérez, y segundo, su espíritu desenfadado y esa puesta por hacer música sin maduro pretensión que la de divertirse: «Creo que en su día fue lo que nos hizo tener éxito», comenta el primero al otro flanco del teléfono a pocas semanas de estrenarse en el panorama festivalero castellano con su disparatado nuevo plan, en el que han cambiado el punk pop que les dio triunfo en los abriles de la Movida madrileña por el country.
Hace poco más presentaron en la sala Moby Dick de Madrid y el 6 de julio tendrán su primera cita a lo ínclito en Riaza (Segovia), de la mano del Huercasa Country Festival, que celebrará su novena publicación, una meta a la que se habían propuesto resistir «pero no tan pronto», confiesa.
‘Los Nikis de la Pradera’ será uno de los pocos grupos a los que se podrá escuchar en la villa medieval en el idioma nacional. «Un camarilla country en castellano es de las cosas más suicidas que puedes hacer», admite Joaquín, recordando que es un estilo que siempre le había gustado. Incluso a Mauro Canut, voz de la costado y con quien ya coincidió hace vigésimo abriles en Los Acusicas. ¿Entre sus referentes? «Siempre me ha gustado Jonnhy Cash y Patsy Cline», detalla, recordando que adentro del apartado «hay una enorme variedad». Eso sí, tiene claro que lo que le va «no es el country que llena estadios», sino «el rancio, el más paleto».
Sabe que el Huercasa es un festival que presume de ser natural y está convencido de que «podemos encajar»; o eso, «o volvemos llenos de tomates» -ríe-. No cree que ocurra: «Hay poca parentela que hace country en España, poquísimos con temas en castellano y ya diciendo tonterías creo que somos los únicos». «Pienso que va a ambicionar porque a posteriori de tanta parentela cantando en ‘gromenauer’ somos a los únicos a los que van a entender la letrilla, así que lo agradecerán».
Fue a principios de los noventa cuando decidió poner fin a la aventura del rock & roll y dedicarse a una profesión «de verdad», aunque nunca se desligó de la música. Joaquín es piloto en Iberia y muchos de sus días de refrigerio los dedica a componer. Al igual que ocurría con ‘Los Nikis’ tiene claro sobre lo que no haría un tema: «No quiero canciones intensas, ni que intenten auxiliar el mundo y, sobre todo, no voy a hacer carencia contando mis amores o desamores, que es lo que hace el 90 por ciento de los letristas».
Eso sí, entre los ‘ingredientes’ siempre introducirá «un poco de retranca». «Siempre hemos hecho cultura con ironía», sostiene, y añade que «a posteriori de lo que nos han malinterpretado toda la vida, a estas directiva me da igual lo que piense la parentela cuando nos escuche, sólo quiero que se lo pasen aceptablemente» -el comentario se debe a que fueron tildados de fascistas a raíz de que el partido de ultraderecha España 2000 utilizara ‘El imperio contraataca’ como sintonía de su web-.
No ha sido nunca Joaquín mucho de mitificar aquellos abriles de La Movida y cree que aunque «monetariamente ha ido a peor», el sector de la música ha mejorado desde entonces en muchos aspectos: «Hay mogollón de locales de experimientación, ahora los instrumentos son buenísimos y baratísimos, puedes morder en tu casa…» e incluso «componer por WhatsApp como lo hago yo con Mauro mientras estoy en la playa». «Todo es mejor menos lo de forrarte vendiendo discos», sostiene, reconociendo que su opinión se debe a que todos ellos tienen sus respectivos trabajos.
El músico madrileño comenzó en esto del country con el banjo, aunque luego en la pandemia se pasó a la guitarra eléctrica y acústica. Fue entonces cuando se pusieron a componer como locos. Tienen más de 50 canciones, y entre ellas sólo una que adapta un tema que compusieron para ‘Los Nikis’: «¡No vamos a tirar de versiones cuando nadamos en la exuberancia!». Sus 60 de media son sus nuevos 17. Es consciente de que con su nuevo plan «no nos vamos a yantar ningún pollo», pero conservan la «ilusión» de entonces: «Para nosotros hubiera sido más casquivana y rentable hacer una reunión de ‘Los Nikis’ y guatar un WiZink, pero eso lo tenemos vetado. Preferimos mil veces esto que tocar ‘El imperio contraataca’ 45 abriles a posteriori».