Tres personas están siendo investigadas por presuntos delitos contra la flora y la fauna, los posibles naturales y el medio animación, y falsedad documental por la crimen de 18 aves protegidas, tres de ellas en peligro de cese, que se encontraron electrocutadas en un tendido eléctrico vaporoso situado en Sanchindrián (Ávila).
Las investigaciones comenzaron por una denuncia presentada por una asociación ecologista, a través de la Fiscalía de Medio Animación y Urbanística de Ávila. En presencia de «la peligro de la situación», y en el situación de la operación Samilvus, la Urbano Civil comenzó a investigar los hechos con el fin de intentar determinar cómo se encontraba el tendido eléctrico, las circunstancias de la crimen de las aves, así como hallar, identificar y poner a disposición jurídico a los presuntos responsables.
Con las necropsias efectuadas, se verificó que la crimen de estos ejemplares podrían acontecer ocurrido entre el mes de octubre del año 2021 y julio del 2023, a causa de electrocución. Encima, todas ellas estaban incluidas en el lista de Especies Silvestres en Régimen de Protección Distinto, ya que se trataba de tres milanos negros, siete busardos ratoneros, un búho verdadero, un individualista rubio, un cernícalo vulgar, una garzón verdadero, una cigüeña blanca y tres milanos reales, estos últimos incluidos en el Catálogo Castellano de Especies Amenazadas en Peligro de Cese.
Las investigaciones concluyeron que la crimen se produjo en una segmento eléctrica de propiedad privada, ubicada en el término municipal de Sanchidrián (Ávila), interiormente de una de las llamadas Zona de Importancia para la recuperación de la Cigüeña Negra, así como en una Zona de Distribución de Especies Amenazadas entre las que se encuentran el Listo Imperial Ibérica y el Milano Verdadero, informa Ep.
Encima, en las proximidades de ese tendido eléctrico, igualmente existe otra Zona de Distinto Protección para las Aves, (ZEPA) denominada Valles del Voltoya y Zorita, incluida en la Red Naturaleza 2000.
Los terrenos por los que discurre el tendido eléctrico están catalogados como zona de protección para avifauna contra la colisión y la electrocución en las líneas eléctricas aéreas de incorporación tensión, y posee un peligro muy suspensión de electrocución y colisión de Avifauna.
CARECÍA DE PROTECCIONES
Tras la inspección de los agentes se constató que el tendido eléctrico carecía de las protecciones requeridas por Avifauna para evitar la colisión y la electrocución de aves, y después, tras hallar e identificar a los propietarios de la explotación avícola y titulares de la segmento eléctrica, se determinó ponerles a disposición jurídico en calidad de investigados.
En el comunicado, adicionalmente, se indica que «estas personas no adoptaron ningún tipo de medida urgente y necesaria de forma deliberada para evitar la crimen de las aves, al ser conocedoras en todo momento de las deficiencias y carencias que poseía el tendido eléctrico«.
Luego igualmente se procedió a investigar a una tercera persona, el inspector y responsable de la inspección efectuada en la segmento eléctrica de incorporación tensión, al no acontecer hecho constar en el memoria de inspección las deficiencias y carencias que poseía el tendido eléctrico, en cuanto a las medidas de salvaguarda contra la colisión y la electrocución de avifauna en líneas eléctricas aéreas.
El referencia pericial solicitado para valorar económicamente el daño ocasionado al ecosistema, reflejó un total de 984.683,83 euros.