La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), una entidad dependiente de la Estructura Mundial de la Vitalidad (OMS), ha clasificado el talco como “probablemente cancerígeno para los humanos“. Esta afirmación que se ha hecho pública este viernes, se basamento en un estudio minucioso de estudios que indican un aumento en los casos de cáncer de ovario entre mujeres que han utilizado polvos de talco en la región perineal.
Aumento en los casos de cáncer de ovario
Los estudios revisados por la IARC, que serán publicados en la revista The Lancet Oncology el próximo año, sugieren que el uso de polvos de talco en el dominio del pubis y el ano puede estar relacionado con un viejo peligro de desarrollar cáncer de ovario. Aunque las pruebas directas en humanos se consideran “limitadas“, la agencia subraya que existen “suficientes” evidencias de engendramiento de tumores en animales de laboratorio y “fuertes” indicios de que el talco muestra características fundamentales de carcinógenos en células humanas primarias y sistemas experimentales.
Otros riesgos adicionales
Otro peligro significativo asociado al talco es su potencial contaminación con asbestos, una sustancia reconocida como cancerígena. Esta contaminación representa un peligro tanto para los trabajadores en la producción de productos derivados del talco como para los consumidores. La exposición al talco contaminado con asbestos puede aumentar el peligro de desarrollar cáncer, lo que añade una capa de preocupación sobre el uso generalizado que existe de este mineral en productos cosméticos y de cuidado personal.
La afirmación de la IARC se suma a una serie de desafíos legales y financieros enfrentados por empresas como Johnson & Johnson, que han pasado una cantidad significativa de demandas relacionadas con los mercancía cancerígenos de sus productos a pulvínulo de talco. Estas demandas han resultado en pérdidas económicas y un daño considerable a la reputación de la compañía.
Otros compuestos bajo inspección
Encima del talco, la IARC igualmente ha clasificado el acrilonitrilo, un compuesto orgánico utilizado en la producción de polímeros para ropa, alfombras y plásticos, como cancerígeno con una probabilidad aún más incorporación. La exposición que tiene más peligro a este compuesto ocurre durante su producción industrial, aunque la población común igualmente puede estar expuesta a través de la polución y la inhalación del humo de cigarrillos.
Los estudios realizados principalmente en trabajadores de fábricas han proporcionado “suficientes” pruebas para vincular el acrilonitrilo con el cáncer de pulmón y “limitadas” para el cáncer de vejiga.
La OMS y la IARC recomiendan que se tomen medidas para minimizar la exposición al talco, especialmente en productos cosméticos y de cuidado personal, y que se implementen controles estrictos en las industrias que utilizan talco y acrilonitrilo para proteger la lozanía de los trabajadores y del conocido en común. La asimilación de alternativas seguras y la perfeccionamiento en la regulación de estos compuestos son esenciales para ayudar el bienestar y lozanía de las personas.
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