Los Charlines vuelven al banquillo de la Audiencia Nacional por blanqueo tras la muerte del patriarca


La justicia tiene merecida fama de lenta, pero más aún en aquellos delitos relacionados con el blanqueo de capitales. El famoso clan gallego de los Charlines vuelve a sentarse desde este jueves en el banquillo de la Audiencia Nacional por blanqueo de millones de euros procedentes del narcotráfico. Pero 15 años después de la apertura del proceso, tres de los investigados ya no pueden ser juzgados porque han fallecido. Entre ellos, Manuel Charlín Gama, el patriarca y presunto cabecilla de la trama.

Charlín fue detenido por primera vez por tráfico de drogas en septiembre de 1981, y desde aquel lejano debut en las celdas de la comisaría de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), el patriarca acumula una decena de detenciones. Más de tres décadas dedicadas al narcotráfico en las que Manuel Charlín logró amasar una enorme fortuna. Parte de su familia heredó y continuó con el negocio.

Una docena de acusados, básicamente familiares -hijos y nietos- y testaferros, Se enfrentan a penas de hasta seis años de prisión en el último caso contra los Charlines por lavado de dinero procedente del narcotráfico. La Fiscalía exige también multas de entre 10 y 12 millones de euros para cada uno. Y también la confiscación de inmuebles, como una depuradora de marisco en Illa de Arousa, así como pisos, trasteros y garajes en Vilanova. También otros dos millones en efectivo. Tres miembros del clan no estarán en el juicio, como se ha dicho, porque han fallecido: el propio patriarca (fallecido en 2021); su esposa, Josefa Pomares (2012), y su hijo Manuel (2019).

El clan Charlines, según la acusación previa al juicio del fiscal Luis Uriarte, Diseñaron una red de personas y empresas para lavar todo ese capital. Todos, los investigados, participaron, pero, según el fiscal, fue el propio Charlín ‘el viejo’ quien tomó las “decisiones finales” a pesar de estar en la cárcel. Desde allí movía los hilos y “era consultado” sobre cómo mover el dinero y adquirir bienes.

Varios miembros del clan que ahora se sentarán en el banquillo de los acusados, en un juicio que se prolongará durante todo el mes de octubre, ya fueron condenados en 2003 por blanqueo de capitales. Pero Desde entonces y al menos hasta 2010, según el fiscal, no dejaron de ‘blanquear’ su fortuna. La forma de hacerlo fue variada.

Planta de tratamiento y planta en China

En una ocasión, por ejemplo, una nieta de Charlín, actuando como testaferro, subastó la mencionada depuradora, que pertenecía a su madre, y quién realmente aportó el dinero. Luego, lo cambiaron por los nombres de testaferros ajenos a la familia. Otro método fue la inversión de dos millones de euros -de los cuales se pide el decomiso- en una planta de marisco en China: la alquilaron por 7.000 euros al mes para aparentar que se trataba de un ingreso legal. Las autoridades chinas acabaron retirándole la licencia de actividad por no superar las revisiones pertinentes. La Fiscalía también le acusa de otras operaciones inmobiliarias para blanquear dinero y ocultarlo en Suiza.

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