La Guardia Civil, con la colaboración de la Policía Locorregional, investiga el origen de la amenaza de obús registrada la mañana de este sábado en el mercadillo de Majadahonda.
Sobre las 9.45 horas, el Cuerpo municipal recibía un primer aviso por teléfono en el que se alertaba de que «si no se desalojaba, iba a explotar una obús», en remisión a la calle donde se colocan los puestos. Es uno de los mercadillos más conocidos de la Comunidad de Madrid, que en sus horas más concurridas aglutina a miles de personas, entre clientes y vendedores.
Diez minutos luego, la misma centralita ha recibido otra llamamiento de la misma persona, camuflada con un sonido robotizado, que perfectamente podría haberse descargado de internet.
Por precaución, la Policía Locorregional y la Número Civil han desalojado el circuito, sobre las diez de la mañana, y se han utilizado perros especialistas y al Tedax para barrer la calle, en exploración de cualquier artefacto.
Cuando se ha descartado cualquier incidente, sobre las doce de la mañana, los vendedores han regresado a sus puestos y, seguidamente, los compradores, volviendo todo a la normalidad.
Los Cuerpos de Seguridad cuentan actualmente con medios capaces de detectar una voz robotizada y, por supuesto, para geolocalizar ambas llamadas.