Reabre Péndulo como Beach Club con elegante restaurante, música y copas hasta la madrugada


La historia y los ciclos económicos son pendulares. Asimismo en el sector de la hostelería, porque quien tuvo retuvo y, con inversión, recupera la cresta de la modernidad. Así ha ocurrido con el mítico Péndulo de Castelldefels, inaugurado en 1995 como lugar de moda y que hasta 2023 fue una discoteca con restaurante. Ahora ha reabierto las puertas tras un liberal periplo de trabas administrativas y obras para retornar a surfear las tendencias reconvertido en un Beach Club con un magnífico restaurante de elegante y cálida interiorismo con capacidad para 170 comensales.

Dispone de dos terrazas que dan a la playa, cocina ininterrumpida, al igual que los DJs que garantizan la música concorde con cada momento del día y, en el tardeo y tinieblas, el establecimiento se convierte en un bar de copas hasta admisiblemente entrada la alborada, con prolongación hasta las 5 de la mañana los viernes y sábados transformado en una discoteca con dos áreas de reservados con mesas.

Uno de los péndulos más famosos es el de Foucault, que demuestra la rotación de la Tierra al ser capaz de oscilar autónomamente en cualquier plano. El sector de la hostelería en Castelldefels todavía va armonioso con las experiencias que apuntan las actuales tendencias. Y en el caso de Péndulo, muestra su músculo al haberse asociado tres de los más potentes grupos del principal destino turístico del margen barcelonés: Soteras y Tibu-ron se han unido a Elías Vigil para tocar esta etapa y nuevo concepto del mítico establecimiento. El triángulo de empresarios emula otro péndulo, el de Newton, que demuestra la conservación de la energía, en este caso de Castelldefels, que ni se crea ni se destruye, sólo cambia y se transforma.

Dos terrazas en primera semirrecta de mar, una sobre tarima y otra con los pies en la arena; tres salones en diferentes niveles, todos luminosos, con amplias vidrieras y vistas a la playa, con mesas reducidas, para grupos e incluso 14 reservados vip que se antojan palcos y dos espectaculares barras de coctelería son los instrumentos que componen el concepto del nuevo Péndulo. Aunque el sitio que más ardor la atención es el espectacular palco del DJ, con su instalación de sonido high tech, auténtica afirmación de intenciones de lo que es el establecimiento: un referente del ocio noctámbulo y de la cocina, dispuesto para dispensar el mejor ritmo a los comensales.

Durante las comidas, el bullicio musical se muestra de fondo y, a partir de las 16 horas, un DJ residente acompaña musicalmente las tardes y noches, al más puro estilo de club. Otro de los protagonistas es la cocina a cargo del chef Octavi Torres, pedagogo de la cocina marinera. El restaurante apunta maneras de copar rankings. La carta es una oda a los platos de mar, en un sentido muy amplio, y aunque ganan las recetas mediterráneas destacan todavía otras del mundo, pero sobre todo una clara desafío por el mejor producto lugar, que se expresa tanto en los arroces (exquisito el de Castelldefels, otra muestra del músculo colaborativo de 9 chefs del municipio), adicionalmente del tartar de gamba roja de Santa Pola, rodaballo, ostras Poguet o tiradito de atún Balfego, entre muchas otras propuestas.

La carta de arroces es la gran desafío de Péndulo (hay hasta 7 variedades distintas), a los que se suman carnes y pescados (como un espectacular cabracho frito), y sabrosas recetas de pasta. Tapeo tradicional y platillos redondean una propuesta gastronómica que se puede disfrutar sin interrupción de 12 del mediodía a 1 de la alborada de lunes a domingo. Completa la propuesta una variada y completa bodega y coctelería de autor.

La espectacular interiorismo que combina madera, cerámica y microcemento rinde tributo al espíritu orgánico, cálido y slow life de islas lejanas, con un menaje realizado a medida por artesanos indonesios. La combinación de colores está pensada para relajarse. De tinieblas, las espectaculares lámparas de materiales naturales se encienden con luz tenue, caliente, que invita a internarse en Péndulo.

El espacio ha amplio en plena temporada de verano, cuando Castelldefels se encuentra en su máxima bullicio. A espaldas quedan 18 meses de dimes y diretes con las tres administraciones competentes en la zona: la dirección de Costas del Empleo para la Transición Ecológica y el Desafío Demográfico; la Generalitat de Cataluña y el Consistorio de Castelldefels. Pero con su desafío gastronómica y de ocio noctámbulo, seguro que Péndulo se posicionará como sitio de moda del margen barcelonés a lo liberal de todo el año.

«La vida es corta; disfruta de una larga cena» es uno de los eslóganes del establecimiento, que todavía defiende en otro de sus flyers: «Cuando disfrutas de Péndulo, el tiempo oscila entre risas, comida, bebida y ballet. Te sumerges en el presente, dejando antes el pasado y sin preocuparte por el futuro. Eso es Péndulo, otra forma de calibrar el tiempo».

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