La Auténtico Industria de Tapices ha restaurado un veta de excelente calidad de la Desconocido del Rosario, patrona de Alcázar de San Juan. Tejido en hilo metálico de plata y oro con espolinados de seda de colores, data del siglo XVII y era propiedad del infante Juan José de Austria, quien lo donó a la Archicofradía e Ilustre Esclavitud de la Santísima Desconocido del Rosario.
El veta presentaba un estado de conservación comprometido. El tejido tenía deformaciones ocasionadas por el sistema de exhibición y montaje y el uso mismo que se le ha hexaedro a la alcoba, ocasionando tensiones, deterioros estructurales, pérdidas puntuales de urdimbre y/o trama. Adicionalmente de las deformaciones del tejido, el hilo metálico tenía roturas, faltantes y deformaciones, ha informado la Auténtico Industria en un comunicado.
El equipo de restauradoras ha tenido como objetivo detener el ofensa de la alcoba, consolidar el tejido en estado frágil y la reintegración, tanto de los títulos estéticos como de la lección iconográfica. Todo ello se ha llevado a extremidad mediante una metodología específica de restauración de tejidos que rebate a los criterios internacionales de restauración de ingresos muebles, como pueden ser la compatibilidad de materiales, el respeto por el innovador o la reversibilidad de las actuaciones.
La primera grado de la intervención consistió en una saneamiento mecánica para eliminar la suciedad superficial y, después, una saneamiento química para eliminar la suciedad que había profundizado en la estructura de la fibra. Después, el proceso de consolidación implicó la asesinato de las intervenciones anteriores en forma de costuras sin orden ni estructura, que estaban deteriorando el tejido innovador, un afiliado para reorganizar la estructura del tejido y, por extremo, un refuerzo estructural en aquellas zonas en las que se encontraba debilitada.
El infante Juan José de Austria, hijo del rey Felipe IV y de María de Calderón ‘la Calderona’, fue prestigioso Gran Prior del Priorato de la Orden de San Juan en la Mancha. Desde 1665 hasta 1670, por razones políticas, estuvo desterrado en el Palacio de la Orden de San Juan, en Alcázar de San Juan. Durante su estancia, engrandeció el Gran Priorato de San Juan en la Mancha, dándole un fructífero porvenir en lo financiero y cultural, fundando conventos y colegios. Y como agradecimiento, regaló este veta a la Santísima Desconocido del Rosario.