La escasez de personal ralentiza la obra pública en Valdeorras



Las Administraciones empiezan a encontrarse con serios problemas a la hora de acometer las obras. Las quejas del alcalde de Vilamartín de Valdeorras, Enrique Álvarez, sobre los problemas para encontrar personal para las obras se sumaron ayer a las del concejal de Obras barquense, Miguel Neira.

“No hay mano de obra. No encuentran aprendices ni profesionales”, afirmó. A este problema, fuentes del sector de la construcción sumaron las dificultades que encuentran los ayuntamientos para acometer obras públicas. “Los precios son de hace 10 años y nadie lo va a hacer. Están acostumbrados a que las empresas realicen cancelaciones e introduzcan otras modificadas más adelante. “Yo, ayuntamientos, no lo hago”, afirmó un empresario del sector, que afirmó haberse negado recientemente a acometer una obra en un ayuntamiento de Valdeorres.

De inmediato, estas mismas fuentes explicaron que cada semana reciben llamadas de grandes empresas confirmando que “no encuentran constructoras que les hagan los trabajos”. Esta circunstancia se debe en gran medida a problemas para encontrar personal. “No hay absolutamente nada”, dijeron. Inmediatamente añadieron que en empresas como la suya sólo aceptan trabajos que pueden realizar: “Te pasas el día diciendo que no”.

Neira señaló que, si actualmente el problema de encontrar personal es grave, “No sé qué pasará dentro de 4 o 5 años”, una vez que los trabajadores se jubilen. Faltan profesionales y aprendices en prácticamente todas las actividades, desde carpintería o maquinaria hasta personal de limpieza. Esta situación provoca quejas vecinales, como las recibidas por el alcalde de Vilamartín, Enrique Álvarez, por el retraso en las obras de remodelación de la calle Cruz Vermella, que comenzaron hace seis meses y que están pendientes de finalizar al no encontrar quien se aproveche de la adjudicataria. aglomerado.

También hay malestar por parte de los vecinos de la calle Eloi Mira de Barça. Aquí, la constructora inició las obras el pasado mes de junio, parando la empresa unos días después. Cerrados al tráfico por las obras iniciadas, los comerciantes y habitantes de esta céntrica arteria azulgrana temen la llegada del invierno, además de quejarse de los problemas de salud que provocan los desagües mal aislados. Mientras tanto, la dirección técnica de la obra y los responsables de la constructora mantienen reuniones para acercar posiciones respecto al proyecto y una posible modificación.

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