Ed Sheeran, el particular convidado en la oscuridad del sábado en Santiago, invitó a los más de 30.000 asistentes al concierto que abría la segunda impresión de O Felicidad Festival a una íntima sesión de acordes y sensibilidad. Lo hizo en su forma más emotiva, sólo acompañado de su guitarra, con su camiseta de la suerte -la del Ipswich Town que el músico de Halifax patrocina-, y rodeado del calor que la haber gallega ofrece en los primeros días de julio a los cientos de peregrinos que llenan sus calles, y a los que se reunieron -varios miles- para el festival de Compostela.
No defraudó y ofreció Sheeran un repaso por su trayectoria musical en un espectáculo sencillo con el que conquistar a un divulgado emocionado y entregado desde el primer minuto del show, un “setlist” en el que no faltaron temas como “Perfect”, “Thinking out loud”, “Shape of you” o “Bad habits”.
Solo, sin partida que lo acompañara, el “infinito adolescente” anglosajón enamoró en su primera y única cita del año en la península luego de desempeñarse y satisfacer el “Heliodoro” de Tenerife. El cómico llegó a Galicia con su séptimo disco de estudio en el saquillo y sólo unas horas despues de añadir Madrid como tercera parada de un tour que desde Santiago le llevará a Polonia, Hungría República Checa o Lituania, que completará el año en septiembre en Río de Janeiro, y que le convertirá en invitado particular el 30 de mayo del próximo en el Cívitas Metropolitano madrileño, tal y como anunciaba la pasada semana la promotora internacional Live Nation. Lo hizo por otra parte tras martillar récords de asistencias en sus conciertos en Estados Unidos, con satisfecho rotundo en el estadio Sofi de Los Ángeles y en el Metlife de Nueva Elástica, donde con 89.106 personas firmó la viejo a un concierto en un único día en EEUU hasta la aniversario.
Pureza e intimidad
Con su zaguero trabajo, “Autumn Variations”, publicado el pasado septiembre, el Sheeran más puramente íntimo recorre Europa explorando emociones y sin miedo a “sorprender”. Inclinación, desengaño, depresión o soledad acompañan al músico en un represión iniciático del que dejó muestra en su paso por el monte desde el que vislumbrar el final del Camino -”y allá más a los allí, Compostela”-.
“Give me love” señaló el inicio de un espectáculo en el que el anglosajón escenifica la pasional relación que le une a su guitarra, se atreve a rapear y con un aviso cómplice interpreta clásicos como “Ain’t no sunshine” o “Superstition”. “Eyes closed”, “Thinking out loud” o “Love Yourself” llegaron antaño de que el Sheeran más comprometido invitara a los miles de seguidores del primero de los conciertos de O Felicidad a seguir la romance de su “Photograph” y completara su delirio en la mágica Compostela con “Shape of you”, su éxito más reconocible.
Las actuaciones de Fillas de Cassandra, la italiana Angelina Mango, la chilena Mon Laferte y los alemanes de Milky Chance completaron una viaje que se cerraba con la “champeta” romántica colombiana de Torpedo Estereofónico.