La tragedia de Mujer Butterfly casi siempre se nos ha mostrado en el Japón más tradicional. Puccinibasó su ópera en parte en el explicación ‘Madame Butterfly’ (1898), de John Luther Long, que fue dramatizado por David Belasco. Puccini incluso se basó en la novelística ‘Madame Chrysanthème’ (1887), de Pierre Loti. Según un estudioso, la ópera se basó en acontecimientos que verdaderamente ocurrieron en Nagasaki a principios de los abriles 1890. Sin secuestro, el Teatro Positivo, ha apostado por una propuesta radicalmente distinta.
“Este no es no es un montaje que va de kimonos, que no va de abanicos, que no va de biombos. Muchas veces en Mujer Butterfly los biombos parece que están intentando que no te enteres verdaderamente de lo que estás viendo”, afirma Joan Matabosch, director estético del Teatro Positivo de Madrid.
El Teatro Positivo despide la temporada con uno de los títulos más queridos
En este montaje de Damiano Michieletto, en vez de la casita de paredes de papel en las colinas de Nagasaki, Mujer Butterfly se ubica en los bajos fondos de una ciudad japonesa. Las muchachitas de cara empolvada y kimono son sustituidas por prostitutas y la propia Butterfly es objeto de la negociación de blancas.
Se negociación, así, de un acercamiento a la verdad del siglo XXI, que no siempre es aceptablemente aceptada por la crítica y el conocido. “Muchas veces hay masa que se sorprende por el hecho de una obra que creía que conocía en sus más íntimos detalles, y a lo mejor porque todas sus melodías le sonaban, pues cuando verdaderamente te la explican, pues resulta que es una obra mucho menos amable y mucho menos previsible de lo que nos habíamos creído todos”, añade Joan Matabosch.
Musicalmente rigurosa con la partitura de Giacomo Puccini
“¿Qué supone para una cantante representar este papel?”, le preguntamos a la estadounidense Ailyn Pérez, una de las cuatro sopranos que va a representar el papel protagonista en el coliseo castellano. “Es lo más difícil. Es ser bisoño, es regresar a ese gran coraje que tiene una mujer, una chica de 15 abriles que quiere ver todo el mundo y que piensa que sí lo puede ganar. Es por otra parte un papel de juicio, aún imaginándose ser hermana, estar frente a frente a un peque en el atmósfera… eso es tan particular”, narra emocionada, mientras la transforman en su personaje en la sala de maquillaje.
Independientemente de la escenografía, lo que sí permanece inalterable son sus irrepetibles melodías. Por otra parte, el drama de la bisoño engañada por un madurado marino sigue conmoviendo al conocido con su trágico desenlace
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