Han pasado tres meses desde que la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo condenó a Irene Montero por llama abusadora a la expareja de María Sevilla –la presidenta de Infancia Libre indultada por el Gobierno tras la condena por el secuestro de su hijo–, y la ministra aún no ha saldado la deuda con su víctima, Rafael Marcos.
El fallo de la máxima instancia jurisdiccional del país ya es firme. Y también claro: la titular de Igualdad vulneró el derecho al honor de Marcos al atribuirle una conducta por la que nunca fue condenado. Hay que compensarle con 18.000 eurospublicar el título y fallo de la sentencia en su cuenta de Twitter, borrar el tuit en el que compartió el video del discurso en el que realizó esas declaraciones, y publicar el título y la parte resolutiva de la resolución en un diario de circulación nacional.
Lo cierto es que hoy el tuit en cuestión sigue en la red social de la ministra y Montero está cada vez más cerca del embargo. Y junto a la ejecución de la pena, la defensa de Marcos ha instado a solicitar una investigación patrimonial de la ministra para proceder, en su caso, al embargo de bienes por el valor del importe de la pena. Montero todavía tiene margen de pago, pero nadie le va a quitar las costas procesales a las que también será condenada. por haber forzado la ejecución de la sentencia sin haber cumplido voluntariamente el fallo.
Las polémicas palabras de Montero que le han valido esta condena (contra la que ya no cabe recurso) se pronunciaron durante el inauguración de la nueva sede del Instituto de la Mujer el 25 de mayo de 2022. La ministra celebró el indulto concedido recientemente a María Sevilla y lamentó que mujeres como ella sufrieran “injustamente la criminalización y el recelo por parte de la sociedad, cuando lo que hacen es defenderse de la violencia machista de los maltratadores”. No hay sentencia que haya condenado a Rafael Marcos por malos tratos o abusos al menor (todas las denuncias presentadas contra él han acabado en expediente) pero una contra María Sevilla: dos años y cuatro meses por el secuestro de la menor, un gesto que fue “premiado” por el Gobierno con ese medida de gracia. La mujer mantenía al niño recluido en una finca de Villar de Cañas (Cuenca) sin escolarizar y en condiciones insalubres. “Recuerda eso tu padre es el diablo; “Llévate la Biblia porque la vas a necesitar”, le dijo, según relataron los agentes que liberaron al pequeño. En la intervención que le valió esta condena, Montero se refirió hasta en cinco ocasiones a Sevilla como una “madre protectora”: “el indulto a María Sevilla es patrimonio del movimiento feminista en nuestro país”, remarcó entonces la titular de Igualdad.
Abogado del Estado
Para la Sala Civil del Tribunal Supremo, estas palabras traspasaron cualquier límite de la libertad de expresión. «Ataca la reputación personal atribuir infundadamente a una persona la condición de maltratador»El Alto Tribunal señaló, que, contrariamente a lo alegado por la defensa de Montero -la misma Fiscalía del Estado que la exministra Dolores Delgado negó al juez Llarena ante los ataques de los independentistas en Europa-, estas expresiones no eran “genéricas”. ” , pero “por su contexto y su literalidad” se desprende claramente que se refieren a la demandante, a la que se atribuyen hechos constitutivos de violencia machista.