El primer asunto que la periodista Susanna Griso ponía sobre la mesa el archivo del ‘caso Tsunami’, que investigaba a los hechos investigaba a los hechos que sucedieron en torno a las protestas y los disturbios que se vivieron en Cataluña con motivo del ‘procés’.
¿Laudo legal?
Sorprende el motivo del clausura del caso. El mediador García Castellón habría incurrido en un defecto de forma. Un retraso de 24 horas en la firma de la prórroga de la investigación llevaba al clausura de la causa.
Una reacción curiosa, que ha generado el archivo del ‘caso Tsunami’ por este supuesto error legal, era la del independentismo catalán. Como apuntaba Susanna Griso, éstos aprovechaban para pelar a la rectitud española, pese a encontrarse beneficiados por el archivo de la causa.
Carlos Alsina aseguraba observar “sorpresa por que se le pueda advenir a algún prorrogar una investigación”. Y hacía remisión tanto al mediador García Castellón como a la Fiscalía. Destacaba sobre todo que esto ocurra acoplado a posteriori de tanto trabajo de muchos y “debate de la Ley de Perdón” y los delitos que envolvería, así como la posible imputación por terrorismo de Carles Puigdemont por los hechos investigados.
Revés del expatriación
“Al final han tenido que rastrear que teníamos la razón nosotros”
A raíz del archivo del caso, la exdiputada del Parlament de Catalunya, Marta Rovira abre la puerta de su regreso a España esta misma semana para participar en una asamblea. Por este hecho Carlos Alsina afirmaba no sin cierta ironía que celebraba “que las investiduras puedan retornar a ser negociadas en España, y no en Bruselas o en Waterloo”, así como que los independentistas vengan a rastrear “que hay un entraña que tiene la capacidad la valentía de un mediador […] para respetar las garantías de los procesados”.
Que vengan a rastrear “que la rectitud funciona”, sentenciaba sobre este asunto Susanna.
Órdago sobre inmigración
Esta misma semana Santiago Abascal, presidente de Vox, lanzaba una amenaza al Partido Popular. Afeaba al PP sus posturas y advertía que el partido de ultraderecha podría romper los acuerdos de gobierno que mantienen en Comunidades Autónomas, Provincias y Ayuntamientos si se muestran favorables de acoger niños inmigrantes que llegan solos a nuestro país, o menores extranjeros no acompañados (MENAS).
Estas declaraciones se enmarcan en la reunión de este miércoles entre el Gobierno y las Comunidades, que tiene el objetivo de alcanzar un acuerdo sobre inmigración a nivel doméstico, para el reparto de las personas que llegan a España de guisa irregular.
“Hay masa en Génova que está esperanzada en que esta vez vaya en serio”, expresaba Alsina sobre la amenaza de Vox, teniendo en cuenta la radicalización que apreciaría Susanna Griso en el partido de Abascal.
Sin confiscación Carlos Alsina valoraba que el foco de tanta discordia surgida por último en torno al pacto migratorio sería otro: “El pecado diferente del Gobierno es Junts per Catalunya”.
La transferencia a la Generalitat de las competencias en materia de inmigración presentaría serias complicaciones y Carlos Alsina afirmaba tajantemente: “Cataluña no puede estar al beneficio del reparto”.
