La homicidio de un turista castellano en una reserva natural de Sudáfrica, aplastado por una manada de elefantes, ha reabierto el debate sobre la seguridad en los safaris y en los parques nacionales africanos para ver animales salvajes en su hábitat. Un debate que ha intentado aplacar de inmediato la empresa de turismo dedicada a organizar este tipo de actividades en la Reserva Natural de Pilanesberg, donde se produjo el trágico azar el pasado domingo.
En un comunicado, el parque franquista explica lo ocurrido. De acuerdo con los testigos, el hombre de 43 abriles, oriundo de la billete zaragozana de Ejea de los Caballeros, “lamentablemente no hizo caso de las advertencias” de las compañeras que viajaban con él en el mismo transporte -entre ellas la novia- ni de otros turistas cuando este decidió salir a fotografiar a tres elefantes adultos y tres crías.
“No pudo escapar ni evitar a la elefante, a la que luego se unió toda la manada”
Los testigos creen que la matriarca pudo apreciar la amenaza del ser humano con una de sus crías y lo atacó. “No pudo escapar ni evitar a la elefante, a la que luego se unió toda la manada”. “Fue atrapado y pisoteado hasta la homicidio”, explica el director normal de la compañía North-West Parks and Tourism Board.
Los elefantes abandonaron el oficio sin cometer ninguna otra embestida entre los presentes hasta desaparecer entre los arbustos. El caso está siendo investigado por la policía, aunque la principal hipótesis es que la elefanta quiso defender a sus crías.
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“La naturaleza peligrosa e impredecible de los animales salvajes siempre se enfatiza en los permisos y folletos que se venden en Pilanesberg. Los funcionarios del parque y los guardabosques incluso patrullan el parque y las carreteras turísticas cuando el parque está rajado. Los turistas reciben siempre información sobre la importancia de permanecer en la seguridad del transporte, respetar la distancia entre los vehículos y los animales, permitirles el paso prioritario y descender solo en las zonas especialmente designadas. Las normas y reglamentos del parque están impresos en el permiso de entrada y deben respetarse siempre para la seguridad de los visitantes y los animales”, señala el comunicado.
La empresa lamenta lo sucedido y ha expresado sus condolencias a la grupo y amigos del fallecido.