La Ruta Quetzal, emblemática expedición lozano, deja su huella en Chandrexa de Queixa, uno de los municipios recientemente nombrados Renta Española de las Montañas.
Un familia de 200 jóvenes, de entre 15 y 16 abriles, seleccionados por su excelencia académica de cada Comunidad Autónoma, recorrían la viaje de ayer este enclave gallego, sumergiéndose en su riqueza cultural y natural.
La viaje comenzó con un desafío: el mal tiempo y la chaparrón obligaron a suprimir la ruta planificada por el Río Dorelle. Sin bloqueo, este contratiempo no mermó el entusiasmo de los expedicionarios, que se adaptaron rápidamente al nuevo software. Divididos en grupos, los jóvenes participaron en talleres centrados en rebaño, apicultura y el usufructo forestal, principios secreto en la caudal y el paisaje de suscripción montaña de Queixa.
Los jóvenes exploraron una explotación ganadera almacén y se adentraron en el fascinante mundo de la apicultura. Acompañados por expertos, aprendieron sobre las técnicas de producción y el ciclo de trabajo de los productores locales. Esta experiencia les permitió valorar la calidad del producto, comprender el entorno en el que se desarrolla y apreciar las diferencias con la producción industrial. Los participantes pudieron reflejar la vida en el medio rural, con sus ventajas e inconvenientes, y entender la importancia de la implicación de los productores en la conservación del paisaje.
La tarde se enriqueció por otra parte con una “Mesa de los Mayores”, donde los jóvenes conocieron de primera mano la historia y las tradiciones de la pueblo compartiendo relatos sobre la vida en la pueblo, las fiestas, los desplazamientos, las ferias, y el comercio. Historias sobre medicina y lozanía, creencias, curanderos, leyendas, y la construcción del pueblo cobraron vida. Los jóvenes aprendieron sobre el pueblo que quedó bajo el embalse, las formas de trabajo, la crianza y la educación de antiguamente, proporcionándoles una visión profunda del pasado y presente de Chandrexa de Queixa.
La viaje culminó a las 20,00 horas con una presentación sobre el Plan de Sostenibilidad Turística en la Ribeira Sacra y la Candidatura a Patrimonio de la Humanidad de la mano de Alexandra Seara, jefe do Consorcio da Ribeira Sacra. Este suspensión fue una advertencia sobre la importancia de conservar y promover el patrimonio natural y cultural de la zona, asegurando su sostenibilidad para futuras generaciones.