La selección española, guiada por un pequeño de 16 primaveras, se metió este martes en la chale final de Eurocopa en su historia y la primera en un gran torneo desde hace 12 primaveras (Eurocopa 2012) tras remontar a la Francia de Mbappé, Griezmann, Dembélé, Camavinga y compañía…
La tricampeona de Europa optará a su cuarto trofeo -sería el país con más títulos- el próximo domingo 14 de julio delante el campeón de la otra semifinal entre Inglaterra y Países Bajos que se disputa este miércoles.
Kolo Muani hizo temer lo peor a ‘La Roja’
España remontó el partido, por segundo partido en esta Eurocopa, tras el tempranero gol de Kolo Muani en el 9′. El punta del PSG aprovechó un gran centro de Mbappé desde la bandada izquierda para dormirse al costado izquierdo de Simón, muy fuera del resonancia del guardameta vasco. Se adelantaba así la selección atavío y marcaba, adicionalmente, el primer tanto de faena en todo el campeonato (solo había anotado Mbappé de penalti delante Polonia). En casi nada 9 minutos, Francia consiguió lo que no había sido capaz de hacer en los 480 previos (los cinco partidos): marcar de faena. Chiste duro para España, y más sabiendo lo que tenía por delante: remontar a la selección menos goleada de la Eurocopa (1 gol en contra).
Pero aparece un recién ‘investido’ de la ESO
Y sí, han letrado admisiblemente, ‘nuestro’ Lamine Yamal, de 16 primaveras y a tres días de cumplir 17, estaba haciendo los deberes correspondientes a 4ºESO hace unos días, pero ayer, en el estadio Allianz Arena, su propósito fue poner las semifinales patas hacia lo alto. La perla del FC Barcelona emergió en el minuto 21 para colocar un zurdazo a la escuadra, previo golpeo en el palo, y exceder a Maignan por segunda vez en el torneo. Un misil a más de 100km/h devolvió la esperanza a su selección y le convirtió en el ludópata más bisoño de la historia (16 primaveras y 362 días) en marcar en la período final de una Eurocopa o un Mundial, superando así a la cartel Pelé.
La travesura de Olmo y el ‘regalito’ de Koundé
Los de Luis de la Fuente ya habían conseguido poco complicado, igualar la semifinal en poco más de 10 minutos. Pero todavía quedaba lo mejor, la puntilla llegó en el minuto 25 de las botas del mejor ludópata del torneo hasta el momento: Dani Olmo. El atacante del Leipzig hizo travesuras en el ámbito y tras un maravilloso control y una finta disparó a puerta con la suerte de que golpeó en Koundé y se metió en la puerta francesa. España remontaba en solo cuatro minutos y conseguía de esta forma anotarle dos goles al pared de Deschamps, que en 240 segundos había encajado ya el doble de tantos que en los 480 minutos previos (1).
En el 25′ se acabaron los goles y comenzó otro partido, el de sujetar las pocas embestidas, el de admitir el enfrentamiento al circunscripción gachupin, el de controlar los tiempos, el de tener el balón, sin prisa, pasando la presión a una Francia que se quedó sin armas delante la gran defensa española, que poco se deje de ella, y que solo ha encajado tres goles en seis partidos. Este domingo, a por la cuarta.
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