100 años de Rocas y San Francisco como Monumentos Nacionales



El 26 de septiembre de 1923, la Gaceta de Madrid publicó la Real Orden por la que declaraban “Monumentos arquitectónicos artísticos” el Monasterio de San Pedro de Rocas y el Claustro del Convento de San Francisco, ambos situados en la provincia de Ourense, precisando que a partir de ese momento “en ningún caso podrá realizarse el derribo de ambos, ni total ni parcialmente, sin la autorización previa del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes”. Posiblemente esta declaración de monumentos los salvó a ambos de posibles derribos, pero no de intervenciones erróneas.

El monasterio más antiguo de Galicia

Visitar Rocas es uno de los placeres que se pueden vivir en esta provincia. Es “extraño”, armonioso, silencioso, inquietante, a escala humana, sin pretensiones. Según don Emilio Duro Peña, la primera noticia documental sobre él es del año 1007, cuando don Gemondo, caballero que cazaba ciervos en la zona, quedó atónito ante el hallazgo y se instaló allí como ermitaño. Según los historiadores, se trata del monasterio más antiguo que se conserva en Galicia, en cuyas cuevas se refugiaban eremitas y anacoretas. El campanario, las tumbas, los murales -entre ellos un mapamundi único-, el pequeño cementerio -una plaza a los pies del campanario con hornacinas y hornacinas utilizadas por los vecinos hasta 1935-, todo ello produce una sensación agradable y relajada. . Lo único que estorba es el edificio anexo, construido posteriormente y ocupada por “Los Muchachos” del Padre Silva por un tiempo.

Rocas no tuvo la grandeza de otros monasterios de la provincia, de hecho no pasó de priorato, pero tuvo momentos de esplendor gracias a los privilegios reales, y sus épocas de decadencia (del siglo XIV al XVI). Como muchos otros monumentos del entorno rural, Rocas tiene un problema de aparcamiento pendiente para los numerosos coches que llevan hasta allí a los visitantes, problema que tiene que resolver la Diputación Provincial, responsable del monumento desde 1997, año en el que la Diócesis lo cedió. propiedad. propiedad.

Un lugar poético y melancólico

Entre los estilos románico y gótico, con cuatro naves, 62 arcos, arcos decorados con motivos geométricos, elegantes columnas rematadas con capiteles decorados con diversos temas -flores, escenas de caza, monstruos, temas religiosos, etc.-, el Claustro de San Francisco es otro de los lugares agradables para el visitante, ya sea orensano o turista. En sus finas columnas se puede observar lo que el catedrático de arte Serafín Moralejo definió como “estilo Ourense”: “Escultura suave con figuras de narices anchas, labios carnosos, ojos almendrados”, presente especialmente en el Pórtico del Paraíso de la Catedral.

En 1843, el ayuntamiento vendió el Monasterio al Ejército, que a partir de 1905 lo utilizó como cuartel de Infantería., hasta mediados del siglo XX. Actualmente propiedad del Ayuntamiento, está al cuidado de una empresa privada que gestiona las visitas, más de 2.500, de 18 nacionalidades, durante el pasado mes de agosto. Situado entre el cementerio de San Francisco y el espléndido Archivo Provincial, antiguo monasterio y cuartel, el Claustro además de bello goza de una magnífica acústica para conciertos de música clásica. Tanto el acceso al mismo como el aparcamiento de enfrente, e incluso los árboles cercanos, merecen un poco de atención por parte del municipio. Tampoco estuvo mal recuperar las cuatro palmeras que hasta hace poco se encontraban en el claustro.

Con un poco más de atención se percibiría lo que escribió Emilio V. Pardo, cronista de la ciudad: “Su encanto afina el sentimiento, y su melancolía poética y bondadosa nos invita a respetar y defender la maravilla que los siglos no han querido destruir”.”. Nota: es muy recomendable ver el atardecer desde el Claustro.

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