Fátima, una muchacho de origen pakistaní nacida en Catalunya, ha denunciado en presencia de los Mossos d’Esquadra que fue secuestrada y golpeada por varios familiares porque se había separado de su marido. La muchacho barcelonesa compartirá este miércoles su desgarrador evidencia por primera vez en el software El món a RAC1 tras aventajar este martes El Periódico la comunicado.
La muchacho se casó con un primo siguiendo la tradición natural, pero tras sufrir malos tratos, decidió separarse, lo que su tribu consideró una deshonra. El pasado 24 de junio fue secuestrada y hallada gravemente herida al día posterior, un episodio más en una larga serie de acosos que ha venido soportando.
Fue obligada a casarse y a trasladarse a Pakistán: huyó y regresó a Barcelona con su hija
Fátima creció en Catalunya y, siendo aún pequeño de tiempo, fue obligada a casarse y trasladarse a Pakistán con su primo. Fue allí donde se dio cuenta del error que había cometido. El control opresivo de su marido y los malos tratos la impulsaron a huir y regresar a Barcelona con su hija, que ahora tiene cinco primaveras. No obstante, la pesadilla no terminó con su retorno. Varios familiares de su exmarido comenzaron a acosarla, y la situación se agravó más cuando su expareja además se mudó a Barcelona.
El 24 de junio, durante la celebración de Sant Joan, la persecución alcanzó un punto crítico. Un congregación de hombres la secuestró a punta de pistola en el paseo de Colom. Un camionero la encontró 24 horas posteriormente, herida, en una zona apartada del Penedès.
Fátima relató que durante su cautiverio fue torturada y que pudo escuchar a su exmarido por teléfono, lo que la lleva a sospechar que él está detrás del ataque. No obstante, la jueza a cargo del caso ha manifiesto que no hay suficientes pruebas para vincular a los secuestradores con la tribu, por lo que de momento han sido puestos en desenvolvimiento.
La policía catalana intensifica la vigilancia rodeando de Fátima
Los Mossos d’Esquadra han estado siguiendo el caso de Fátima durante meses, considerándolo de detención aventura. Desde diciembre pasado, el congregación de atención a la víctima mantiene un contacto diario con ella. Fuentes policiales informaron a RAC1 que la vigilancia se ha intensificado, con patrullas frecuentes en los lugares que Fátima suele frecuentar y un contacto directo adentro del cuerpo policial para cualquier emergencia.
El operante policial persigue dos objetivos principales: desear protección a Fátima e investigar quiénes están detrás del secuestro y la embestida del día de Sant Joan. Fátima indicó que los secuestradores hablaban urdú e inglés. Tras su desaparición, sus padres alertaron a la policía, y los Mossos contactaron con los familiares sospechosos. La información llegó a los secuestradores, quienes al enterarse de la búsqueda policial, decidieron abandonarla.
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