Tenemos novedades en el caso del actor Luis Lorenzo y su mujer Arancha Suárez Palomino por proseguir aislada a la tía de ella, fallecida, varios meses. La Fiscalía pide seis abriles de gayola para uno y otro por someterla a un trato “absolutamente vejatorio” e intentar quedarse con todo su parné sin apreciar el supuesto delito de homicidio por el que se abrió la causa. El Empleo Notorio detalla que no se ha aclarado el motivo de la asesinato de la anciana.
Así lo ha manifestado el fiscal en el escrito de incriminación de cara al seso. Acusa la pareja de un delito contra la integridad honesto y otro continuado de despacho desleal. Asimismo, acusa a la persona contratada para cuidarla los últimos meses de su vida de un delito contra la integridad honesto, por el que pide para ella dos abriles y medio de gayola. La vencimiento del seso contra Luis Lorenzo y Arancha Suárez aún no ha sido fijada.
El caso contra Luis Lorenzo y su mujer
La causa fue abierta por el Curia de Instrucción número 9 de Arganda del Rey, Madrid, tras la asesinato de la tía de 85 abriles de la mujer de Luis Lorenzo, Isabel Suárez. Murió el 28 de julio de 2021 en la casa del actor y su pareja. Familiares de la tía sospecharon que podría tratarse de una asesinato no natural y pidieron la necroscopía. El examen determinó que fue una asesinato de etiología homicida, por envenenamiento con cadmio y manganeso.
Informes forenses posteriores consideraron que no había datos objetivos para sostener la asesinato de etiología homicida y que esa cantidad de metales pudo deberse a una redistribución postmortem. Encima, en febrero, la jueza propuso enjuiciar a Luis Lorenzo y Arancha Suárez y a la cuidadora por “aislar” e “incomunicar” a la fallecida, con el objetivo de controlar su patrimonio, sin concretar el delito específico.
Según el Empleo Notorio, la pareja acudió a la casa de la tía en Asturias el 8 de marzo de 2021. La convencieron para que les acompañara a su residencia en Rivas-Vaciamadrid para cuidar de sus hijos unos días. Denuncia que la mantuvieron apartada de hermanos y sobrinos para aprovecharse de ella. Padecía un menoscabo cognitivo que aumentó de forma “fulminante” desde su traslado. No recibió atención básica ni recibió la tratamiento que necesitaba.
No proporcionaron a la tía andante ni arnés de ruedas, discutían con ella, “a veces a gritos”. Una vez, dice la nota, la anciana pasó nueve horas en un restaurante de un centro comercial porque se fueron con su hijo a un parque temático. Los acusados perseguían controlar el parné de la cuenta corriente de la anciana porque lo necesitaban para proseguir su ritmo de vida y soportar importantes gastos mensuales “sin efectuar actividad gremial alguna y detentar ninguna fuente de ingresos para sostener tales gastos”, añade la incriminación .
Lograron conseguir a la cuenta corriente que tenía la mujer de 60.884 euros y en la que percibía una pensión de 950 euros mensuales, y fueron incorporando parné a su propio patrimonio hasta hacerse con 19.400 euros en total.
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