Michael Swango, crímenes y envenenamientos del ‘doctor arsénico’


Era la hora de engullir y el fresco residente se ofreció a comprar un cubo de pollo frito para sus colegas del hospital. La centinela estaba siendo complicada y algunos de ellos necesitaban coger fuerzas. Sin incautación, minutos luego, varios miembros del personal inodoro empezaron a revelar violentamente. Hubo quienes, de hecho, llegaron a desmayarse.

La dirección del centro realizó una investigación y concluyó que los síntomas eran compatibles con un envenenamiento por arsénico. Pero, ¿quién sería capaz de poco así? A pesar de las acusaciones contra el citado médico residente, nunca se encontró una prueba incriminatoria. Lo que no sabían dichos compañeros es que Michael Swango era en efectividad un peligroso doctor homicidio con numerosas intoxicaciones y asesinatos a sus espaldas.

‘Inmoralidad para matar’

Michael Joseph Swango nació el 21 de octubre 1954 en Tacoma (Washington), aunque creció en Quincy (Illinois) próximo a sus dos hermanos -él era el mediano- y un padre, que destacaba por ser oficial del ejército de los Estados Unidos y un experto de la conflicto de Vietnam, aunque con problemas de yuxtaposición al pimple.

Sobre los primeros abriles de nuestro protagonista, sabemos que era un pequeño ejemplar, uno de los mejores alumnos del colegio, con una gran tacto para la música y con un futuro prometedor con el clarinete. Tanto es así, que recibió una distintivo de música en la Universidad Millikin. Ahora acertadamente, dos abriles más tarde, decidió dejarlo y alistarse a la Infantería de Armada, donde obtuvo el rango de mangonero antaño de su desestimación.

Michael Swango, en 1972

Michael Swango, en 1972

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En 1979, Michael regresó a la autorización de Quincy para iniciar sus estudios de química y biología, si acertadamente su sueño siempre fue ser médico. Una vez obtenida la estudios en la Genio de Medicina de la Southern Illinois, su residencia le llevó a ser objeto de todo tipo de burlas. Sus compañeros lo apodaron “Double-O Swango”, por el informador James Bond y su “atrevimiento para matar”. Y es que, cuando visitaba a pacientes sanos, poco luego estos contraían enfermedades o morían.

Aquellas mofas no iban desencadenadas, como veremos. A aseverar verdad, Michael vivía obsesionado con toda clase de violencia: desastres, accidentes, escenas de crímenes y otros incidentes, por no mencionar su fascinación por los nazis y el Holocausto.

Michael Swango, en 1979

Michael Swango, en 1979

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Cuatro abriles más tarde, Michael fue aceptado como residente de neurocirugía en el Centro Médico de la Universidad Estatal de Ohio. Por aquel entonces, el fresco se mostraba encantador, carismático e inofensivo. 

Era un lobo con piel de cordero, ya que poco luego de su arribada, hubo un incremento inquietante de muertes o enfermedades de pacientes. Casualmente, Michael solía estar siempre de centinela cuando ocurrían estos episodios. Así fue cómo dio aparición su carrera criminal.

Inyecciones y arsénico

El 14 de enero de 1984, Cynthia Ann McGee, de 19 abriles, ingresó de emergencia al sufrir un atropello mientras montaba en biciclo, pero falleció de una evidente insuficiencia cardíaca durante la ronda del residente. En verdad, el fallecimiento se produjo porque Michael le inyectó cloruro de potasio. Aquello le detuvo el corazón.

Seis días más tarde, Ricky DeLong, de 21 abriles, igualmente falleció en extrañas circunstancias mientras Michael estaba de centinela. La necropsia reveló que le habían introducido una apósito en la estrechamiento. El 7 de febrero, la anciana Rena E. Cooper, ingresada con dolor lumbar, sufrió una serie de convulsiones luego de que Michael le administrase unos analgésicos. Gracias a la intervención de una estudiante de botiquín, que vio al residente salir de la habitación de la paciente, logró revertir los espasmos y evitar la homicidio.

Cynthia Ann McGee, víctima asesinada por el doctor Michael Swango

Cynthia Ann McGee, víctima asesinada por el doctor Michael Swango

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El hospital abrió una investigación tras las declaraciones de la enfermera, pero finalmente resolvió que no había suficientes pruebas para incriminar al médico y continuó ejerciendo. Fue el envenenamiento por arsénico a un camarilla de colegas con un cubo de pollo frito, lo que precipitó la rescisión de la residencia del doctor homicidio.

Tras estos hechos, ya era verano de 1984, el residente regresó a Quincy. Allí trabajó temporalmente como técnico de emergencias médicas en el Servicio de Ambulancias del Condado de Adams, pero protagonizó un nuevo envenenamiento, esta vez con una caja de donuts. 


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Cinco compañeros de Michael enfermaron gravemente y, al sospechar de él, decidieron tenderle una trampa. Los colegas dejaron una recipiente de té helado sin azúcar en la sala de refrigerio y esperaron. Minutos más tarde, Michael salía y, al comprobar el nítido, este sabía dulce: le había recostado arsénico.

Las autoridades procedieron a su detención y, al registrar su residencia, encontraron no solo ponzoña para hormigas Tero, sino todo tipo de armas, cuchillos de supervivencia y recetas con mezclas de cianuro. Al año ulterior, Michael fue condenado a cinco abriles de prisión por atentado con agravantes. “Nunca podría hacer ninguna de las cosas que se me imputan”, declaró el médico en la condena ABC antaño de entrar en la prisión.

Registro de la casa de Michael Swango

Registro de la casa de Michael Swango

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A su salida de prisión en 1987, Michael cambió de vida, se mudó a Virginia y pasó a llamarse David Jackson Adams. Allí intoxicó a otros tres compañeros de trabajo, aunque nunca presentaron cargos. Luego, se trasladó a Dakota del Sur, pero no consiguió trabajo al pillarle con documentación falsa.

A finales del año 1991, el diabólico se enamoró de Kristin Kinney y le pidió casorio en la primavera ulterior. Sin incautación, Michael decidió continuar su periplo sindical en otro estado, esta vez en Nueva York, donde hizo la residencia psiquiátrica en el centro de veteranos de Northport. Allí asesinó al menos a tres víctimas, entre 60 y 73 abriles, mediante inyección venenoso. Siempre se sospechó que la sigla podría ser aún longevo.

Michael Swango y Kristin Kinney

Michael Swango y Kristin Kinney

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En este tiempo, su prometida igualmente enfermó gravemente y, el 15 de julio, se quitó la vida en el parque Newport News. Todo apuntaba a que Kristin se había pegado un tiro en el pecho, sobre todo porque próximo al cuerpo había dejado una nota que decía: “Finalmente estoy en paz”. La grupo de la fresco siempre sospechó de Michael, especialmente al marcharse a África sin dar mayores explicaciones.

La caída del doctor

Entre diciembre de 1994 y junio de 1997, el médico falsificó documentación para conseguir empleo en hospitales de Zimbabue. Nadie sospechaba que, aquel agradable norteamericano, era en realidad un diabólico en serie que disfrutaba envenenando a pacientes y colegas de profesión. En presencia de el fallecimiento sospechoso de cinco pacientes durante sus rondas, las autoridades zimbabuenses emitieron una orden de arresto.

Michael pasó a convertirse en prófugo de la probidad, pero su huida no le duraría mucho. Fue arrestado en el aeropuerto de O’Hare de Chicago por otros cargos menores al intentar regresar a Estados Unidos. En el país norteamericano tenía vivo un requerimiento por documentación falsa y el tribunal lo sentenció a tres abriles y medio de prisión.

Ficha policial del doctor Michael Swango

Ficha policial del doctor Michael Swango

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Tuvieron que acaecer tres abriles, principios de julio de 2000, para que el doctor arsénico, adulterado así por la prensa, fuese procesado de tres cargos de crimen por las muertes del centro de veteranos. La cargo se produjo luego de que se exhumaran los cuerpos de las víctimas y se analizasen los resultados de las pruebas de envenenamiento.

El 6 de septiembre de 2000, Michael Swango reconoció los hechos y se declaró culpable tras asistir a un acuerdo con la fiscalía para librarse de la pena de homicidio. El tribunal lo sentenció a tres cadenas perpetuas consecutivas sin posibilidad de facilidad condicional y, en octubre, le llegó la cuarta tras demostrarse el crimen de Cynthia Ann McGee.

Juicio contra Michael Swango, el 'doctor arsénico'

Motivo contra Michael Swango, el ‘doctor arsénico’

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Actualmente, el doctor homicidio permanece encarcelado en la ADX Florence, una de las cárceles de máxima seguridad más duras de los Estados Unidos, conocida por el sobrenombre de El Alcatraz de las Montañas Rocosas. Todavía hoy, los investigadores consideran que Michael Swango mató a unas sesenta víctimas y que, luego, se alcahuetería de uno de los asesinos en serie más prolíficos de la crónica negra del país.

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