La Guardián de Finanzas (policía financiera) de Italia realizó este sábado una operación contra dos hombres acusados de esclavizar a más de 30 jornaleros indios que trabajaban en el campo, lo que se produce tras semanas de controversia por los numerosos casos de explotación sindical de migrantes en el sector agrícola del país.
Los cuerpos de seguridad actuaron en la provincia de Verona, en el septentrión de Italia. Tomaron medidas contra dos ciudadanos indios que “redujeron a la esclavitud” a otros 33 compatriotas, dijo la Guardián de Finanzas, que registró tres apartamentos donde se les alojaba y se les obligaba “a radicar en condiciones precarias y degradantes”.
Los 33 migrantes “no tenían ningún documento de identidad” y les habían requisado el pasaporte, “y tras ser identificados denunciaron su situación de explotación, maltrato y segregación”.
Promesas de una vida mejor
Durante la investigación, la Policía halló que los dos sospechosos “prometieron a los trabajadores indios un futuro mejor en Italia”, y “solicitaron a cada uno de ellos 17.000 euros a cambio” de conquistar su ingreso en región italiano y un permiso de trabajo temporal. “Una vez en Italia, los empleados se vieron obligados a prestar su trabajo sin remuneración alguna, entre 10 y 12 horas diarias los siete días de la semana”.
Como los jornaleros estaban endeudados con los dos ‘capos’, “la retribución establecida de cuatro euros la hora era retenida de forma íntegra hasta que la deuda fuera pagada”, concretó la Guardián de Finanzas en un comunicado. “En algunos casos, para derretir el cuantía adeudado, los ‘capos’ pedían 13.000 euros adicionales a los trabajadores”, y les prometían que les conseguirían un permiso de trabajo definitivo que “en efectividad nunca se les habría concedido”.
“Para respaldar su total silencio y sumisión, los dos ‘cabos’ les quitaron sus pasaportes tan pronto como llegaron a Italia y les impusieron la prohibición absoluta de salir de las estructuras en ruinas en las que se vieron obligados a radicar con la amenaza de represalias físicas” en caso de no cumplirlo, agregó la Policía.
Transportados a campos e invernaderos
Según añadió la policía, diariamente se obligada a los jornaleros “a subir a vehículos de lienzo a primera luz del alba, amontonados y escondidos entre cajas de hortalizas, para ser transportados al campo y a los invernaderos” donde trabajaban.
La situación de muchos migrantes sin papeles en Italia quedó al descubierto el pasado junio, cuando un obrero indio murió tras un casualidad sindical en una explotación agrícola en el centro de Italia, y al que su principal dejó desaseado en la calle con un bienhechor cortado. Esto sembró malestar, causó protestas y obligó al Gobierno a comprometerse a desempeñarse en decano límite contra la explotación de migrantes en la agricultura, un aberración extendido en el país.
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