La Princesa Leonor agradeció la «hospitalidad» e «inmenso cariño» con el que ayer la recibió el pueblo portugués. En su primer alucinación oficial al extranjero, la Heredera de la Corona española se reencontró en Lisboa con el presidente de la República de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, con quien le une un cuerda casi sabido, como se pudo comprobar durante toda la viaje.
Los gestos de afecto y cariño del mandatario luso cerca de la primogénita de los Reyes, derivados de la buena relación que mantiene con Don Felipe y Doña Letizia, trascendieron al plano institucional y llevaron a que Portugal se volcara en el alucinación de la Princesa de Asturias y la recibiera con honores de Reina. Así se manifestó en tres momentos del día. El primero ocurrió a primera hora, cuando Rebelo de Sousa recibió a Doña Leonor a pie de avión en el aeropuerto, pese a que no estaba previsto que lo hiciera.
Fue muy simbólica todavía la ofrenda floral de la Heredera en la tumba del poeta Luis de Camoens, en el lisboeta monasterio de los Jerónimos, que es una ceremonia que en Portugal solo realizan los jefes de Estado y de Gobierno que se encuentran de entrevista oficial y que Rebelo de Sousa quiso que todavía realizara Doña Leonor.
La Princesa Leonor, en la ofrenda floral a la tumba de Luis de Camoens
Que Portugal se volcó en la entrevista de la Princesa se vio todavía durante el piscolabis en el Palacio de Belém, cuando recibió la Gran Cruz de la Orden de Cristo. En el momento de su imposición, Rebelo de Sousa recordó que esta condecoración es la misma que recibió Felipe VI cuando era Príncipe de Asturias en 1988 y en el país vecino gobernaba el socialista Mario Soares. «Es un homenaje a Vuestra Sublimidad, a España y a nuestra amistad», declaró el presidente de Portugal, a posteriori de darle un cariñoso beso en la mejilla y sobar la mano de la Princesa.
En la imposición de la Gran Cruz de la Orden de Cristo
«Es un homenaje a Vuestra Sublimidad, a España y a nuestra amistad»
Marcelo Rebelo de Sousa
Presidente de Portugal
Antiguamente de comenzar el piscolabis en uno de los comedores del Palacio de Belém, Doña Leonor se dirigió al corto número de invitados sentados a la mesa con unas palabras que inició en castellano y terminó en portugués. Celebró la entrevista a este país y los lazos con España con una copa de morapio tinto: «Quiero elogiar por estas magníficas relaciones, por Vuestra Excelencia, querido presidente Rebelo de Sousa, y por el querido pueblo portugués, que tanto estimo».
La «añoranza» de los Reyes
La Princesa recordó que hace diez abriles, poco a posteriori de que su padre fuera proclamado Rey, Don Felipe y Doña Letizia visitaron Portugal por primera vez siendo Reyes. Ayer, semanas a posteriori de que la Tribu Verdadero celebrase este décimo aniversario del presente reinado en el Palacio Verdadero de Madrid, fue la propia Heredera de la Corona quien viajó a Portugal, en su primer alucinación oficial fuera de nuestras fronteras. «No puedo desmentir lo exclusivo que es todavía para mí estar aquí hoy», reconoció. Ellos, que han estado aquí en tantas ocasiones, me han hablado con gran afecto, ‘com añoranza’, de sus visitas a Portugal, del cariño que han recibido en sus calles y de cómo habéis hecho que se sintieran como en casa», dijo. Con el mismo agradecimiento y sinceridad, tras una pausa, Doña Leonor añadió: «Así me siento yo hoy. Este es un alucinación que esperaba con muchas ganas y que me hace muy adecuado».
Una de las muestras de cariño de Marcelo Rebelo de Sousa a la Princesa, tras imponerle la Gran Cruz de la Orden de Cristo
Que la Princesa Leonor visite Portugal en su primer alucinación oficial al extranjero no hace otra cosa que demostrar los estrechos lazos que existen entre los dos países desde hace más de cuarenta abriles y refuerza aún más las relaciones hispanolusas. En este sentido, la Princesa afirmó durante el ofrecimiento que «Portugal y España comparten una contorno que va mucho más allá de la simple proximidad geográfica». «Una contorno que alpargata muchas dimensiones y que se traduce en una amistad sincera y un respeto profundo y mutuo entre dos países», añadió.
Una excusa para más viajes
Este alucinación rebate a una invitación personal de Rebelo de Sousa, que cursó a la Casa del Rey hace tiempo. Desde entonces, existía la intención de realizar esta entrevista para afianzar las relaciones bilaterales entre los dos países y la amistad tan cercana de Rebelo de Sousa con los Reyes.
«Portugal y España comparten una contorno que va mucho más allá de la simple proximidad geográfica»
Leonor de Borbón Ortiz
Princesa de Asturias
Esta entrevista persigue, por otra parte, otro propósito: una vez alcanzada la mayoría de tiempo de la Princesa, Doña Leonor irá teniendo cada vez más responsabilidades y su presencia en actos de la Casa del Rey cada vez será viejo. En este sentido, desde el Palacio de la Zarzuela han querido usar esta invitación para que la Princesa realice su primer alucinación oficial y así, si en algún momento surgiera algún acto sobrevenido al que tenga que asistir algún miembro de la Tribu Verdadero, que pueda asistir ella.
A posteriori de su entrevista al Oceanario de la hacienda portuguesa, Rebelo de Sousa acompañó a la Princesa hasta el aeropuerto. Se despidió de Doña Leonor con un cariñoso beso a pie de la escalerilla del avión. Una muestra más de la acogida del país vecino a la Heredera de la Corona.